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RT / AFP
El papa Francisco recibió el jueves al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en la Ciudad de Vaticano, en Roma, Italia.
La reunión duró cerca de una hora y no será divulgado un comunicado oficial por parte de la Santa Sede debido a su carácter privado.
Según el Instituto Lula, el exmandatario pretende hablar con el pontífice sobre el hambre, la desigualdad social y la intolerancia.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) publicó en su cuenta de Twitter dos fotografías junto al papa. «Voy a visitar al papa Francisco para agradecer no solo su solidaridad conmigo en un momento difícil, sino sobre todo su dedicación al pueblo oprimido. También quiero debatir la experiencia brasileña en el combate a la miseria».», escribió.
La reunión entre Lula y el sumo pontífice fue negociada por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, tras un viaje al Vaticano a finales del mes de enero.
Durante los años de encarcelación del expresidente fueron organizadas numerosas manifestaciones en Italia de solidaridad para pedir su libertad y denunciar «el ataque jurídico y mediático» contra su figura.
Cuando todavía era candidato presidencial, Fernández viajó a Brasil para visitar al líder del PT en prisión. El exlíder sindical fue liberado en noviembre tras permanecer 19 meses en la cárcel. En mayo de 2019, el pontífice mandó una carta a Lula a prisión pidiéndole que no se desanimase.
Para viajar al Vaticano, los abogados de Lula solicitaron a la Justicia Federal aplazar su interrogatorio en el marco de la Operación Zelotes, en el que se le acusa de corrupción pasiva, y que coincidía en fechas con la visita al pontífice.
