Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
El Papa Francisco se reunió este viernes con peregrinos de El Salvador, que han llegado hasta Roma para agradecer la beatificación de los mártires Rutilio Grande García, Cosme Spessotto, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, celebrada el pasado 23 de enero.
El Papa narró que sintió mucho la vida de estos mártires, y como una devoción personal, a la entrada de su estudio tiene un pequeño cuadrito con un pedazo del alba ensangrentada de san Óscar Romero y una catequesis chiquitita de Rutilio Grande, con el propósito de hacerle recordar que siempre hay injusticias por las cuales se debe luchar, y ellos marcaron el camino.
“Los mártires, todos lo sabemos, son un don gratuito del Señor, como afirmaba el beato Cosme
Spessotto, el más precioso don que puede dar Dios a la Iglesia, pues en ellos se actualiza ese amor más grande que Jesús nos mostró en la cruz; son un regalo para nuestra edificación, un regalo inmenso, tanto para la iglesia que peregrina en El Salvador como para la iglesia universal, y su significado quedará siempre en el misterio de Dios”, expresó el sumo pontífice.
Asimismo, consideró que para luchar no bastan las palabras ni doctrinas, lo cual sí es necesario, bastan testimonios a seguir, en estos momentos donde se debe reflexionar sobre la sinodalidad de la iglesia, están estos mártires que es el mejor ejemplo de «caminar juntos», pues el padre Grande fue martirizado mientras caminaba hacia su pueblo.
Eso es lo que cada uno de los obispos, sacerdotes y agentes pastorales, piden hoy al Señor, ser como ese “sacerdote Rutilio con sus campesinos”, los beatos Manuel y Nelson, siempre de camino hacia su pueblo para identificarse y vivir con ellos. Una de sus homilías dice que este caminar juntos no puede conformarse con un “pasear” para conocer cosas nuevas, sino implica asumir el testimonio de la fe, esperanza y el amor que este santo dejó en su vida.
“El mensaje de estos mártires nos llama a identificarnos con su pasión, que es la actualización de la pasión de Cristo en el momento presente, abrazando la cruz que el Señor nos ofrece a cada uno personalmente. Y este proyecto de camino espiritual, oración y lucha, a veces tiene que tomar la forma de la denuncia, protesta no política, siempre evangélica”, externó el Papa Francisco.
Añadió que mientras haya injusticias, no se escuchen los reclamos justos de la gente, mientras en un país se estén dando signos de inmadurez en el camino de plenitud del pueblo de Dios, ahí tiene que estar la voz de la iglesia contra el mal, contra la tibieza en la iglesia, así como todo aquello que aparta de la dignidad humana y de la predicación del evangelio.
Debe estar conectado para enviar un comentario.