Por Jean-Louis de la Vaissiere/Francisco Jara/Holguín/AFP/PL
El papa Francisco llegó este lunes a Holguín, uno de los centros más antiguos del cristianismo en Cuba y provincia natal de los hermanos Castro: una inmersión en la zona rural de la isla en la víspera de su partida a Estados Unidos.
El avión del pontífice argentino aterrizó hacia las 9:15 de la mañana, hora local, en el aeropuerto de Holguín, donde fue recibido al pie de la escalerilla por el obispo local, Emilio Aranguren y el número dos del gobierno cubano, Miguel Díaz-Canel, mientras una muchedumbre gritaba «Francisco amigo, Holguín está contigo».
Los holguineros gritaron Bienvenido, agitaron banderas nacionales y del Vaticano, y alguno incluso lloró cuando el papa Francisco recorrió hoy en el papamóvil varias avenidas de esta ciudad del oriente de Cuba.
Apostados a ambos lados de las vías, cientos de niños, adolescentes y adultos mostraron la inmensa alegría de recibir por primera vez a la máxima figura de la Iglesia católica, en una jornada que ya forma parte de la historia de esta provincia, según afirmaron varios lugareños.
Dos Pontífices vinieron a Cuba, Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012, pero ninguno estuvo en esta tierra de gente llana y hospitalaria.
Por eso la llegada de Francisco provocó una explosión de júbilo y revolvió emociones en calles engalanas para la ocasión, que lucían más concurridas que de costumbre.
A su paso, el primer Papa latinoamericano saludó con el acostumbrado cariño y cercanía a quienes lo esperaban, muchos desde la madrugada para poder tener un lugar privilegiado desde donde apreciarlo.
Al llegar a la Plaza de la Revolución Calixto García, donde ofrecerá una misa multitudinaria, miles de voces corearon Francisco, alzaron banderas y reagolparon para ver un Pontífice que despierta respeto y admiración.
Holguín, en el noreste de la isla, es célebre en Cuba por su emblemática cruz de cinco metros construida en 1790 en lo alto de una colina.
El papa rezará en ese sitio simbólico llamado «la Loma de la Cruz», y desde ahí bendecirá la cuarta ciudad del país, que acoge por primera vez a un pontífice.
La provincia agrícola de la que Holguín es capital es también la región en la que Cristóbal Colón desembarcó en 1492.
Fue en una bahía de Holguín donde supuestamente apareció, en 1612, la imagen de la Virgen de la Caridad, hoy patrona de Cuba, cuyo santuario se encuentra la vecina ciudad de Santiago.
Francisco celebrará en la mañana una misa al aire libre en la plaza de la Revolución Calixto García, donde se espera la asistencia de unas 150.000 personas, que desafiaron el sofocante calor del oriente cubano.
La plaza se llenó horas antes de la llegada del pontífice con peregrinos venidos de todo el oriente e incluso del centro de Cuba.
«Vinimos a verlo porque lo queremos mucho por todo lo que ha hecho por la paz y por Cuba», dijo a la AFP Norales Mendoza, de 45 años, quien trabaja de «custodio» (vigilante) en Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, desde donde viajaron cientos de fieles durante nueve horas en autobús hasta Holguín.
«Francisco es el misionero que ahora va para Estados Unidos y quiere unificar a los dos pueblos», declaró Carlos Berejano, de la provincia de Granma, vecina a Holguín.
El papa a continuación se dirigirá a Santiago de Cuba, el gran puerto del este, conocida en la épica revolucionaria cubana como la «ciudad heroica», porque Fidel Castro anunció allí públicamente el 1 de enero de 1959 el triunfo de la revolución.
El pontífice llega a Santiago por la tarde para reunirse con los obispos en el santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, muy venerada incluso más allá de los católicos.
El Papa dejará el martes Santiago de Cuba después de una misa final en la Plaza de la Revolución, para dirigirse a Estados Unidos.
Dos ciudades en un día
Visiblemente cansado, con el rostro enrojecido por efecto del calor húmedo, Francisco multiplicó el domingo en La Habana los encuentros con los fieles, los religiosos, los jóvenes, el presidente Raúl Castro y su hermano mayor, Fidel.
La reunión con el líder de la revolución, que condujo el país durante medio siglo (1959-2006), fue discreta, como la que sostuvo con él Benedicto XVI en 2012.
Se trató de «un encuentro muy familiar, muy informal» sobre temas mundiales, en especial sobre medio ambiente.
El papa jesuita conversó con Fidel, quien fue a su vez alumno de jesuitas. Aunque estableció un gobierno ateo desde la proclamación de la revolución hasta 1992, el líder cubano se ha mostrado interesado por el enfoque de la Iglesia sobre los problemas globales.
Francisco le obsequió con varios libros religiosos, y Fidel le regaló a cambio un libro de entrevistas con el teólogo de la liberación brasileño Frei Betto, «Fidel y la religión».
Por la noche, con aspecto agotado, Francisco habló más brevemente que de costumbre con los jóvenes cubanos reunidos ante la catedral, animándolos a seguir «soñando» y a no perder «la cultura del encuentro», que une a las personas «a pesar de sus diferencias».
Previamente, ante los religiosos cubanos, con expresión seria e irritada, lanzó una acusación de una vehemencia particular contra una iglesia mundana y exaltó la pobreza y la misericordia.
En su discurso, el papa subrayó que «el servicio» a los otros no debe ser «jamás ideológico».
Durante la misa, tres disidentes que habían intentado acercarse a él fueron detenidos por la policía.
«Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a en favor de la paz y el bienestar de sus pueblos, y de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero. El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo», exhortó el Pontífice.
Algunos sectores de la oposición se quejan de que la reconciliación entre el gobierno comunista y la Iglesia se hace a sus costas. Y critican que el papa, como ocurrió con Benedicto XVI antes, no accediera a reunirse con una delegación de disidentes.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, confió la noche del domingo a los periodistas que la Santa Sede estableció contacto con algunos disidentes, pero que el encuentro no había podido concretarse.
Francisco comulga con los cubanos y pide paz en Colombia
El papa Francisco se encontró con los cubanos en una emotiva misa en la Plaza de la Revolución, en La Habana, en la que pidió cuidar a los más frágiles, rechazar toda ideología en el servicio a los demás, y rogó por la paz de Colombia.
«El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos la ‘padece’ y busca su promoción», expresó el papa ante una multitud de fieles que desde la madrugada colmó la plaza.
Poco después, en el Angelus, el papa rogó por la paz de Colombia e hizo un llamado a evitar «otro fracaso» en la reconciliación de ese país que sufre un conflicto armado de más de medio siglo.
«En este momento me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia, consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz», dijo Francisco en alusión a los diálogos del gobierno de ese país y la guerrilla de las FARC.
Desde 2012, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC llevan adelante esas conversaciones en La Habana, en el cuarto intento que realizan por negociar la paz en los últimos 30 años.
Que mejoren las relaciones Cuba – Estados Unidos
La visita de Francisco a Cuba es la primera etapa de una gira que le llevará también a Estados Unidos, a partir del próximo martes.
El papa argentino es reconocido por haber mediado secretamente en el restablecimiento de las relaciones entre esos dos enemigos de la Guerra Fría.
Pero en la misa no hizo alusiones políticas, ni al embargo de Estados Unidos sobre la isla, ni a la disidencia o el exilio.
En cambio, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, intervino para pedir que el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba beneficie a sus pueblos.
«Que este proceso de renovación en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que Su Santidad tanto ha favorecido y que tanto agradece nuestro pueblo, se extienda no sólo a los altos niveles políticos, sino que alcance a los pueblos y muy especialmente a nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos», dijo Ortega.
Los cubanos cifran sus esperanzas en que con esta gira el papa ayude a un mayor acercamiento con los muchos emigrados o exiliados en Estados Unidos.
«Lo que queremos con este papa es que mejoren las relaciones (con Estados Unidos), queremos paz, armonía y unidad de todos los cubanos», dijo a la AFP poco antes de la misa Didiet Sterling, de 36 años.
Entre los 3.500 invitados especiales que asistieron a la misa se encontraba la presidenta argentina Cristina Kirchner, junto al mandatario cubano Raúl Castro.
La Plaza de la Revolución fue el espacio en el que también oficiaron misa los papas Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012, entre un gran monumento en honor al héroe nacional José Martí y un retrato gigante de Ernesto Che Guevara.
Al anochecer del domingo, después de una ceremonia en la Catedral, Francisco tuvo un encuentro con jóvenes cubanos. Será la ocasión de mostrar su espontaneidad en un diálogo improvisado, donde debe dar coraje a una juventud en dificultades en una isla en plena transición económica.
El papa Francisco y Fidel Castro
El papa Francisco estuvo reunido el domingo con el líder cubano Fidel Castro en su domicilio de La Habana, anunció a la prensa el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi.
La reunión, de entre 30 y 40 minutos, se desarrolló en un ambiente «muy familiar, muy informal» en presencia de la esposa del líder máximo, Dalia Soto del Valle, así como sus hijos y nietos, precisó el padre Lombardi.
Francisco acudió a visitar a Fidel, de 89 años, después de la misa que ofició este domingo por la mañana en la Plaza de la Revolución de La Habana.
«El papa fue con un pequeño grupo a la residencia del comandante», señaló Lombardi, al precisar que él mismo no estuvo presente en el encuentro.
En su reunión, abordaron algunos temas de actualidad internacional, como los daños al medio ambiente.
El portal oficialista Cubadebate (www.cubadebate.cu) publicó una foto del encuentro, en la que Castro, vestido con una chaqueta deportiva azul y blanca encima de una camisa blanca, estrecha la mano del pontífice.
Francisco y Fidel intercambiaron regalos, que consistieron en algunos libros y CD.
Francisco también brindó una visita de cortesía el domingo por la tarde en el Palacio de la Revolución al presidente Raúl Castro, quien asumió el gobierno tras la enfermedad de su hermano Fidel.
Ni de parte del gobierno de Cuba ni de parte del Vaticano trascendió el contenido de esa entrevista.
Debe estar conectado para enviar un comentario.