Irene Hilewski Kusmenko, and S.R.C.
Visión de un Pasado Imperator de AMORC
Muchos de los estudiantes de nuestra Orden, cialis sale en diferentes momentos de su existencia y en especial en los actuales momentos, troche se han preguntado cuál es su papel como Rosacruces en nuestra sociedad, nuestra Humanidad.
En 1951, nuestro pasado Imperator Ralph Maxwell Lewis escribió: “…sé muy bien que estamos entrando en un período de transición del mundo, un cambio que desafiará las convicciones y la resolución de toda persona inteligente. A muchos de nosotros, nos despojará de nuestra complacencia. Ha habido otros períodos semejantes en la historia; sin embargo, esta vez nadie puede escapar de la responsabilidad de ser parte de las decisiones que deben tomarse. No será posible que alguien huya de los acontecimientos inminentes para refugiarse en nuevas y lejanas tierras, como sucedió en siglos pasados, para establecer en ellas un reino a su propio gusto. En particular, la próxima década obligará a todos a traer a un primer plano en la mente todas aquellas cosas que son verdaderamente valiosas en la vida, aquello que para cada uno de nosotros es la plena recompensa de vivir. Usted necesitará saber qué ideales, qué planes, qué manera de pensar y de actuar le producen satisfacción y constituyen el verdadero bienestar.
“Una vez que se haya llegado a una conclusión en este asunto, no por influencia de otros, sino después de consultarlo con el yo interior, usted necesitará sacrificar algo por esas cosas como jamás lo haya hecho antes…”
Estas palabras no obstante de haber sido escritas hace más de 60 años, hoy en día tienen plena vigencia y valor, e invitan al buscador a hurgar en su interior sobre cuál es su papel y qué está dispuesto a sacrificar. Ese es el ejemplo de un Rosacruz.
Egipto, Cuna del Conocimiento
Sabemos que nuestra Tradición ha estado presente en todos los momentos de la historia de la Humanidad. Presente a través de las distintas expresiones del conocimiento adaptado a la época y al momento que vivía y que vive la Humanidad.
Egipto, sin duda, ha sido la cuna de nuestra Tradición, del conocimiento y del lenguaje expresado a través de los símbolos que trascienden el sentido de las palabras. Por medio de estos símbolos se aporta una presencia a la ausencia. Nadie puede ver la muerte, pero sus símbolos la expresan. Por lo tanto, estos son los mediadores entre dos niveles de consciencia, lo profano y lo sagrado; entre lo visible y lo invisible. Es el puente que une la materia y el alma.
Las antiguas escuelas de los misterios de Egipto fueron el asiento para la preparación de los grandes místicos y maestros que han tenido un papel protagónico en la Humanidad. Moisés, Kuthumi, Jesús, muchos filósofos griegos, neoplatónicos, entre otros, tuvieron una preparación para el servicio que dieron a la civilización, dejando un conocimiento que está vigente hasta hoy en día.
Ante la grandeza de tantos filósofos y maestros que han guiado a través de sus enseñanzas, su servicio y su forma de vida, se podrían preguntar qué pueden hacer como neófitos de la Rosacruz. Esta pregunta marca un principio en el Ser, en la necesidad de dar un servicio. Es el comienzo a tanto como lo que han hecho esos grandes hombres.
En la actualidad, la Humanidad atraviesa por momentos que para muchos de los países es una dura experiencia para los congéneres: guerras, enfermedades, ausencia de valores, de nobles sentimientos y, en contraposición, muchos cambios, rivalidad y confusión.
(continuará)