Odalys Troya
La Habana, 28 may (Prensa Latina) El mayor impacto del paro, independientemente de cómo termine, es que movió el tablero político en Colombia y dio cuenta de una redefinición de la correlación de fuerzas, afirmó hoy el académico Jairo Estrada.
En entrevista, vía internet, con Prensa Latina aseguró que, luego de un mes de iniciado, las movilizaciones siguen porque no hay ninguna respuesta seria del gobierno de Iván Duque a las demandas sociales, especialmente de los jóvenes,
La única respuesta gubernamental es la represión brutal que reaviva las prácticas de terrorismo de Estado de las últimas décadas en Colombia cuando se ha tratado reprimir la protesta social, subrayó.
Adicionalmente hay que señalar que estamos frente a un movimiento con unas características excepcionales que no puede considerarse meramente reivindicativas porque sus aspiraciones son de mucho mayor alcance, comentó.
Demanda transformaciones estructurales y obviamente no debe esperarse de un gobierno como el de Duque, de ultraderecha, representante de los sectores más pudientes y adinerados, que siquiera haya una aproximación a la atención de demandas que pudiesen incluso atenuar las protestas, afirmó.
En su opinión, el gobierno optó por una estrategia en la cual combina la represión violenta con una táctica dilatoria para desgastar la movilización y al paso de los días haya un agotamiento de quienes llevan a cabo este magnífico movimiento de protestas y resistencia en Colombia.
Asimismo, explicó a Prensa Latina, esa táctica dilatoria está acompañada de un continuo desprestigio de la movilización al hacer énfasis en los bloqueos y barricadas con el propósito de exculpar al Estado de las responsabilidades y trasladar la culpabilidad de la crítica situación a quienes llevan a cabo la protesta.
El paro tiene hasta el momento logros importantes porque evidenció la precariedad y la mediocridad del gobierno, claramente al lado de los poderosos, así como su indolencia e indiferencia frente a la situación dramática de la población colombiana, específicamente de los jóvenes, agregó.
También sacó a la luz la precariedad del congreso de la República, subordinado a Duque, los límites de los llamados organismos de control como la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo e incluso la Fiscalía que con su actuación favorecen la violencia estatal, pormenorizó.
Son instancias del Estado que se supone estén al servicio de la ciudadanía, pero se han convertido en instituciones de bolsillo del gobierno, subrayó.
De igual forma, el paro propició la caída del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, el mayor incendiario al impulsar su reforma tributaria antipopular; y de la ministra de Relaciones Exteriores Claudia Blum.
Sin embargo, esos importantes logros no se aproximan a las aspiraciones formuladas en el pliego de peticiones ni a las demandas que de manera descentralizada expresan los jóvenes y otros sectores a lo largo del país, expuso.
Estamos en un punto en el que no se advierten logros en lo referido al pliego de peticiones empezando por el cese de la violencia estatal y policial contra las manifestaciones, remarcó.
Señaló que el gobierno respondió con algunos paños tibios como aprobar la matrícula cero para los estudiantes de universidades públicas, lo cual no quiere decir que estén becados ni mucho menos.
Anunció también un plan de empleo presuntamente para jóvenes que en realidad es un subsidio para los empresarios, pero nada de eso se corresponde con las demandas gruesas del paro, aseveró.
‘Yo diría que el logro más importante del paro es que estamos en Colombia frente a una movilización con alcances definitivamente antisistémicos’, destacó el profesor universitario.
Además, la población, después de décadas de represión, dejó atrás su miedo, muestra su hartazgo e indignación y decidió salir a las calles.
Y finalmente, remarcó, el paro creó un nuevo escenario político, puso en marcha una gran transformación cultural al frente de la cual se encuentran los jóvenes.
‘Estamos viendo un espectro muy interesante para entrar a discutir alternativas de la sociedad colombiana que incluye tanto la posibilidad para que se vaya desatando un proceso constituyente como alternativas asociadas a la propia contienda electoral del 2022’, expresó.