Alma Vilches
@AlmaCoLatino
En la eucaristía dominical celebrada en la cripta de Catedral Metropolitana, Carlos Flores, sacerdote dominico de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Santa Ana, afirmó que los cristianos deben ser auténticos con la realidad que se vive en el país. El religioso enfatizó que es necesario una conversión en el corazón de cada hombre y mujer, hace falta ser capaces de no solamente hablar de la Palabra de Dios sino llevarla a la práctica, ya que es fácil tomar un texto del evangelio y enseñarlo a una población de buen corazón, pero de nada sirve si las instituciones van a estar ancladas y estancadas y alejadas del sufrimiento de las personas.
“Nuestro Beato Monseñor Romero decía a la luz de su predicación que en este mundo y en nuestro país hace falta gente que vaya a misa, pero no solo por cumplir, sino para ser artífices de la Palabra de Dios en todos los espacios en que cada persona se desarrolle. El pastor debe estar donde está el sufrimiento, pero hay muchos que se alejan de la gente que está sufriendo”, afirmó el padre Flores.
Asimismo, dijo que no solo es importante para los cristianos católicos asistir a misa cada domingo, sino también hacerle honor al nombre de ser llamados hijos de Dios y vivir apegados a la luz del Evangelio, por lo tanto, el padre de familia tiene que cambiar su relación con los hijos, el hijo tiene que ser obediente a sus padres.
Según el sacerdote dominico, al país le hace falta la sangre y la vida desde el Evangelio, porque con todo el dinero robado en El Salvador se hubiese podido abastecer de medicamentos a los hospitales, con tanto robo y corrupción se hubiese podido haber tenido mejores escuelas para los niños o haber planeado un mejor sistema de seguridad, “ese robo, esas injusticias no deben imperar en nuestra nación”, recalcó.
Conflicto en Nicaragua
En la eucaristía, de una forma especial, se pidió al Todo Poderoso por el cese de la violencia en Nicaragua y a la vez se recordó el mensaje de Monseñor Romero que el 19 de agosto de 1979 dijo: “lo que hoy necesita Nicaragua no es la crítica, el apagar sus esperanzas, sino ayudarle”. A la vez, al momento de la procesión de ofrendas se presentó la frase “Para Nicaragua Paz”, como símbolo que ante la violencia y el crimen enquistado en ese pueblo se debe dejar la crítica destructiva y es necesario ayudarle proponiendo alternativas esperanzadoras que lo encaminen a la paz.