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Frecuentemente nos preguntamos ¿qué es el arte de hacer reír?, lo que nos lleva a recurrir a diversas fuentes, entre estas a la psicología social, que la define como una “facultad innata o adquirida de transmitir algo al resto”. Esta habilidad es compleja y agradecida, lo que no es tarea fácil pero sí reconfortante.
Por lo general los adultos perdemos la costumbre de reír, sin embargo, la risa tiene un valor terapéutico, ya que con ella podemos pedir algo, saludar, hablar y contagiar a otros con este sencillo gesto que se traduce en sonrisas por parte de nuestro interlocutor y por ende lograr un mejor trato. El que tiene el hábito de hacer reír tiene la capacidad de ver el lado cómico de la vida; la risa levanta la moral, fomenta la colaboración, eleva la autoestima y favorece un ambiente de cordialidad.
En este sentido, existen profesionales de la risa que, con su característico maquillaje, divertidas ocurrencias, coloridos trajes y largos zapatones, contribuyen a olvidar por unos minutos lo duro de la vida y sus problemas, generando con sus bromas una buena carga de endorfinas al cuerpo que mejoran el estado de ánimo físico y espiritual en una persona.
En ese marco de ideas, la presente crónica pretende reconoce la labor de un artista cómico en Santa Tecla, quien aún vive, don Luis Antonio Sánchez “Frijolito”, quien por años alegró la vida de cientos de niños y adultos de esta localidad, así como de otros municipios que le vieron actuar.
Luis Antonio Sánchez nació en Santa Tecla un 07 de diciembre de 1958 en el Hospital San Rafael de esta localidad, hijo de José Luís Pérez (+) y Marta Sánchez (+). Realizó sus estudios de primaria en la extinta Escuela José Ciriaco López, los que tuvo que dejar a temprana edad para ayudar económicamente a su familia, dedicándose a labores de mozo en el Mercado Central del municipio. En 1994 ingresó a la comuna tecleña, donde laboró en el área de Saneamiento Ambiental hasta su retiro por razones de salud.
Sus inicios en el mundo de la comicidad datan de su época de estudiante en la que salía de payaso y bailarín, ahí nació su personaje de Frijolito, dicho sobrenombre lo heredó de su padre por lo bajo de estatura y color de piel. Su formación de cómico fue de manera empírica ya que, era un asiduo visitante de las carpas que se instalaron en las cercanías del antiguo Tecnológico de Santa Tecla, entre estos el Circo de Cañonazo y el de Tun Tun.
En 1994 se unió a su compañero de mil batallas José Melara “Tomatío” (+), ambos visitaron las comunidades y cantones de la ciudad, así como a otros poblados costeros del departamento de La Libertad. En la actualidad se encuentra retirado del ámbito artístico por motivos de salud, a espera de nobles corazones que deseen ayudarle con donativos de diversa índole en su casa de habitación en Colonia Monte Carlo pasaje 3 #25 calle al cementerio Lourdes Colon, o con su esposa Miriam de Sánchez en el puesto # 1791 sector cocinas del mercado de Santa Tecla donde toda ayuda será bienvenida ¡Frijolito el amigo de los niños!
