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23Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, manifestó durante la presentación del informe “Desafíos, oportunidades y tendencias en América Latina”, que el periodismo no es una actividad ilegítima y cualquier invasión a esa actividad debe ser rápidamente reparada. “El periodismo es una actividad especialmente que protege las democracias y el uso de software invasivos no solo afecta la libertad de expresión, a la persona y su grupo familiar, sino también a una sociedad informada, la forma en que se puede recuperar la confianza es a través del esclarecimiento, investigación exhaustiva y la sanción de estos hechos”, destacó.
La relatoría y la CID se han unido al llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la moratoria del uso de estos softwares, hasta tanto no se tengan marcos normativos que aseguren la compatibilidad de su uso con estándares democráticos internacionales de derechos humanos, no solo hay un deber de justicia, sino protección de las víctimas, a quienes se les invade la intimidad.
Los Estados donde han ocurrido estos hechos deben tomar medidas proactivas para asegurar que a futuro esos episodios no se vuelvan a repetir. La libertad de expresión en internet está en un punto de inflexión, las plataformas deben garantizar no convertirse en un espacio de vulneración de derechos, pues internet es una herramienta positiva y resulta sorprendente que este mismo espacio se vuelva intimidante.
Vaca consideró urgente debatir sobre la libertad de expresión y la democracia en la región, como sociedades se debe dar valor a la investigación, a contrastar fuentes y a aquel periodismo que ha pasado por métodos. El coordinador de los programas de Fortalecimiento Democrático y Justicia Abierta de Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACI), Joaquín Caprarulo, sostuvo que el informe describe el estado de las prácticas y los debates en torno a la desinformación, los discursos de odio, la vigilancia masiva y la moderación privada de contenidos efectuada por las grandes plataformas de Internet en América Latina.
Caprarulo indicó que en El Salvador se encontró el uso de tecnología para espionaje en la vida de periodistas o defensores, lo cual es una amenaza a la libertad de expresión, es preocupante cómo se ha trasladado la violencia física a lo digital. La adquisición de complejos softwares diseñados en el sector privado han permitido que prácticas como el “ciberpatrullaje” se hayan convertido en algo común.
“Hay un esparcimiento de discursos de odio y desinformación para implementar acciones de censura, provenientes de actores públicos y privados, para su beneficio. La censura derivada de la vigilancia masiva no es un problema emergente en la región, sino que se encuentra consolidado y extendido”, aseguró.
A esto se suman mecanismos de vigilancia directos a periodistas y líderes de opinión, en un escenario en el cual se observa una creciente presión o criminalización, mediante la judicialización por la vía civil y penal, de expresiones vertidas en redes sociales u otros medios digitales.
En casi la mitad de los 15 países que contempla el estudio, las organizaciones advirtieron que estas prácticas de vigilancia tuvieron derivaciones en censura directa como bloqueos a medios digitales, utilización de mecanismos de denuncia de redes sociales y criminalización directa de expresiones en línea.
