AFP
Los precios del petróleo rebotaban este jueves tras los ataques contra dos buques cisterna en el Golfo, una situación que reaviva los temores de un conflicto en esta región crucial para el mercado del oro negro.
Hacia las 13H30 GMT, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto subía 2,28 dólares (+3,84%), a 62,25 USD. El barril de WTI para entrega en julio ganaba de su lado 1,86 dólares (+3,68%), a 53 USD.
Este jueves, la Quinta Flota estadounidense basada en Baréin indicó haber recibido dos pedidos de auxilio temprano en la mañana de buques cisterna en el mar de Omán, afirmando que habrían sido objeto de un «ataque».
Por su parte la autoridad marítima de Noruega informó que tuvieron lugar tres explosiones a bordo del petrolero noruego «Front Altair», que fue atacado junto al «Kokuka Courageous», propiedad de Singapur.
Este incidente constituye una nueva escalada en las tensiones regionales, a un mes casi exacto de los ataques contra cuatro buques, entre ellos tres petroleros, frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, acto del cual Washington acusó a Irán.
Las tensiones entre Arabia Saudita, primer exportador mundial, e Irán, otro peso pesado del petróleo, siempre tienen nervioso al mercado, que teme una posible perturbación de la oferta.
«Es necesario recordar que es la región del estrecho de Ormuz», bulevar del tráfico petrolero mundial frente a Irán, esencial para las exportaciones sauditas, señala Tamas Varga, analista en PVM.
– Tendencia a la baja –
El incidente provocó entonces un alza de los precios del petróleo, luego de que el Brent terminara la sesión del miércoles debajo de los 60 dólares (69,97 USD) por primera vez desde fines de enero.
El WTI también terminó también en su precio más bajo en cinco meses, a 51,14 dólares.
«La tendencia era más bien a la baja, ya que los inversores se concentraban más en la debilidad de la demanda que en las tensiones geopolíticas», explicó a la AFP Geordie Wilkes, analista de Sucden, mencionando por ejemplo el alza de las reservas estadounidenses estas últimas semanas.
Wilkes recordó sin embargo que «las tensiones entre Irán y Estados Unidos habían empujado los precios al alza en los últimos doce meses».
Tras haber anunciado en 2018 que los importadores de petróleo iraní serían sancionados, Washington anuló a fines de abril de 2019 las exenciones acordadas a algunos países con el objetivo explícito de ejercer una «presión máxima» sobre Teherán.
El resultado es que la producción de petróleo iraní cayó con fuerza en mayo, según publicó este jueves la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La producción de la República islámica cedió en 227.000 barriles por día (b/j) entre abril y mayo, para alcanzar 2,370 millones de b/j, según fuentes secundarias (indirectas) citadas por la OPEP en su informe mensual.
Irán mira con enojo a su rival geopolítico Arabia Saudita aprovechar la situación para robarle partes del mercado, si bien la producción del reino tiene por el momento una tendencia más bien bajista a raíz del debilitamiento de la demanda.
Pero si Teherán amenaza cerrar el estrecho de Ormuz para paralizar el mercado, «la realidad es que no puede permitirse hacerlo» porque «una acción de este tipo provocaría el uso de la fuerza y una escalada», estimó John Hall, analista de Alfa Energy.