Por Nicolas Miletitch/Sebastian Smith
Donetsk/Kiev/AFP
El alto el fuego en Ucrania pendía de un hilo este miércoles después de que el presidente Petro Poroshenko ordenara refuerzos de tropas en las ciudades del este, cure aunque Kiev, patient Moscú y los rebeldes se reunieron en Donetsk, search según la OSCE.
En otra señal de la distancia que separa al gobierno y los separatistas, el primer ministro Arseni Yatseniuk anunció que suspenderá la financiación de las zonas bajo control de los rebeldes prorrusos para no ayudar a los «terroristas».
Este miércoles, dos civiles, entre ellos un adolescente de 14 años, murieron después de que un obús golpeara el campo deportivo de una escuela de Donetsk, según comprobaron periodistas de la AFP.
Los reporteros vieron dos cuerpos cubiertos con una lona en el lugar de los hechos, mientras otras cuatro personas resultaron heridas, según testigos.
Por la mañana se oyeron disparos de artillería alrededor del aeropuerto de este feudo rebelde, donde las tropas gubernamentales llevan semanas combatiendo a las fuerzas separatistas. Una columna de humo se levantaba sobre el cercano pueblo de Peski, en manos del ejército, después de que sonaran ráfagas de cohetes Grad y obuses.
Al menos dos soldados ucranianos murieron en el este y nueve resultaron heridos, según el portavoz del ejército ucraniano, Andrei Lysenko, que no precisó dónde.
Encuentro entre Ucrania, Rusia y rebeldes
Los responsables ucranianos, rusos y separatistas prorrusos se encontraron el miércoles en Donetsk para intentar salvar el frágil alto el fuego, indicó un responsable de la OSCE.
La reunión no dio resultados tangibles, ya que el «nivel de confianza» entre las partes, sigue siendo «muy bajo», explicó a la prensa el jefe adjunto de la misión de observación de la OSCE en Ucrania, Alexander Hug, matizando que el mero hecho de que haya habido un intercambio «ya es alentador».
La débil tregua, firmada el 5 de septiembre, parece aún más frágil desde que los rebeldes desafiaron al gobierno el domingo al celebrar elecciones propias que, según ellos, legitiman los dos Estados autoproclamados de Donetsk y Lugansk.
«La intensidad de los combates aumentó», aseguró el portavoz del ejército.
«La entrega de una cantidad significativa de material y personal procedentes de Rusia a los territorios controlados por los rebeldes tampoco se detuvo», añadió, reiterando las alegaciones, negadas por Moscú, de una ayuda rusa a los combatientes separatistas.
Las autoridades ucranianas afirman estar preparadas para lo peor, después de que los rebeldes amenazaran con extender su territorio.
Poroshenko dijo el martes que ordenó enviar refuerzos militares a las ciudades del este para protegerse contra una «posible ofensiva hacia Mariupol, Berdyansk, Járkov».
«Estamos obligados como Estado ucraniano a no permitir que se extienda ese tumor canceroso, a asegurar el bloqueo de ese territorio», declaró en un encuentro con los altos cargos militares.
Rusia anunció el domingo que «respetaba» los resultados de las elecciones separatistas, mientras que Kiev, la Unión Europea y Estados Unidos coincidieron en que los comicios ponían en peligro los acuerdos de paz de Minsk, que proponían una mayor autonomía para las áreas rebeldes.
Los separatistas adoptaron, por su parte, un tono conciliador este miércoles, declarándose dispuestos a resucitar el proceso de paz.
«Estamos preparados para trabajar en una nueva versión del acuerdo», anunciaron los separatistas de Donetsk y Lugansk en un comunicado conjunto.
La posibilidad de alcanzar un nuevo pacto con Kiev parece, sin embargo, lejana.
«Mientras una parte de las regiones de Donetsk y Lugansk siga controlada por impostores, el gobierno no enviará fondos a la zona», declaró Yatseniuk.
«En cuanto los terroristas se larguen de Donetsk y Lugansk y recuperemos el control de estos territorios, abonaremos a cada habitante los subsidios sociales a los que tienen derecho», prosiguió.
Kiev no suspenderá, sin embargo, el suministro de gas y de electricidad a estas regiones para evitar una «catástrofe humanitaria».