París / AFP
Ana Fernández con las oficinas de la AFP en el mundo
La perspectiva de llegar al pico de la pandemia en los próximos días suscitaba esperanza el lunes en los países de Europa más afectados por el coronavirus, como Italia y España, aunque tras el patógeno vendrá una profunda recesión, debido a las medidas de confinamiento que ya afectan casi a la mitad de la población del planeta.
El epicentro de la epidemia, que de China pasó a Europa, está trasladándose a Estados Unidos, donde este lunes llegó al puerto de Nueva York un inmenso buque hospital de mil camas, para dar un respiro a los congestionados hospitales de la ciudad, la más afectada por la COVID-19.
Con más de 36.000 muertos en el mundo, el macabro balance no para de crecer, en particular en Europa, donde Italia superó los 11.500 muertos, España los 7.340 (+812 en las últimas 24 horas) y Francia los 3.000 (+418).
Mientras las medidas de confinamiento se recrudecen para doblegar el crecimiento de la pandemia -España prohibió a partir de este lunes toda actividad no esencial-, las economías se resienten.
El Fondo Monetario Internacional vaticinó el lunes una «profunda recesión» en 2020, vista «la ferocidad sorprendente» con la que el virus ha golpeado a Europa.
El comité de expertos que asesoran al gobierno de Angela Merkel, prevén una caída de entre el 2,8% y el 5,4% del crecimiento en Alemania.
Sin embargo, el optimismo de Wall Street dio nuevos bríos a los mercados europeos que después de operar rojo casi toda la jornada, cerraron en verde, contrariamente a Asia, mientras el petróleo caía a niveles de principios de siglo.
Los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Donald Trump y Vladimir Putin, hablaron por teléfono del coronavirus pero sobre todo del derrumbe de los precios del crudo lastrado por la caída de la actividad pero sobre todo por la guerra entre Rusia y Arabia Saudí.
– La vista puesta en el pico de la curva-
Mientras en países como Francia, Bélgica, Reino Unido u Holanda están en plena ascensión, en Italia y España, los países más tocados hasta ahora por la epidemia, se vislumbra una tenue luz al final del túnel.
Italia registró este lunes un aumento de contagios del 4%, el porcentaje más bajo desde el inicio de la pandemia, aunque registró 812 muertos en la últimas horas, 11.500 en total.
«Esperamos alcanzar el pico en siete o diez días, luego, lógicamente, va a disminuir el contagio», explicó el viceministro de Salud, Pierpaolo Sileri.
«En Lombardía (la región más afectada) se está registrando una disminución de casos y sobre todo bajó la presión en las emergencia y el pedido de ambulancias», dijo el asesor de salud de esta región Giulio Gallera.
En España, la «tendencia, con las medidas de aislamiento, se está reduciendo», dijo María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias.
Mientras tanto en Nueva York, epicentro de la epidemia en Estados Unidos, ciudadanos y autoridades se preparan para lo peor con 33.000 infectados y 776 muertos.
«Estamos a dos, tres, cuatro semanas (del pico de contagio) (…) Hace falta prepararse para el pico, tener material, porque ahí es cuando el sistema va a colapsar», advirtió el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, a la cadena MSNBC.
Con más de 150.000 estadounidenses infectados de los más de 750.000 casos oficialmente reportados en el mundo, el presidente Donald Trump ha dejado de tomarse el coronavirus a la ligera.
«Potencialmente, 2,2 millones de personas» habrían podido morir por el coronavirus «si no hubiéramos hecho nada», reconoció el mandatario estadounidense el domingo.
Según su asesor sobre la pandemia, el doctor Anthony Fauci, el nuevo coronavirus podría provocar «entre 100.000 y 200.000» muertes en la primera potencia mundial, que ya registra 2.800.
– Difícil respetar la cuarentena –
Con más de 3.380 millones de personas instadas a quedarse en casa, lo cual representa un 43% de la población mundial, el confinamiento es difícil de cumplir en numerosos países, en especial en África y América Latina.
«Estamos dispuestos a respetar la cuarentena, pero ¿cómo la respetamos si diariamente tenemos que buscar agua tres y cuatro veces? No quiero salir de mi casa pero ¿cómo hacemos?» se pregunta la venezolana Eva, una jubilada de 62 años, que sale con mascarilla y guantes a buscar agua en Caracas, donde falta el suministro en muchas zonas.
Las medidas de confinamiento suscitan a veces incomprensión en África subsahariana, donde gran parte de la población vive con menos de dos dólares al día y depende de la economía alternativa para sobrevivir.
En Zimbabue, uno de los países más empobrecidos de África donde la policía patrullaba activamente en las calles de Harare para hacer respetar la orden de confinamiento, los habitantes se lamentan de la suspensión brutal de los transportes.
«Hubiéramos preferido pasar estas tres semanas en nuestro pueblo, donde no necesitamos comprar todo», dice Most Jawure, que espera un autobús que no viene. «No puedo alimentar a mi familia si no trabajo».
Las grandes urbes de Moscú en Rusia, Lagos y Abuya en Nigeria se sumaron al confinamiento este lunes.
La situación económica es preocupante para los países en vías de desarrollo y expertos de Naciones Unidas dijeron el lunes que es necesario inyectar 2,5 billones de dólares para ayudarlos a enfrentar la pandemia.
En América Latina, donde se han registrado 348 muertes y casi 15.000 infectados, varios países anunciaron el prolongamiento de las medidas de confinamiento en un intento de estrangular en sus inicios la curva indomable. Argentina extendió el aislamiento social obligatorio hasta el 12 de abril y Guatemala también prolongó hasta esa fecha el toque de queda parcial en vigor, mientras que El Salvador lo mantendrá hasta el día 13. Ecuador prolongará el teletrabajo hasta el domingo.
La buena noticia se registró en Colombia, donde la guerrilla ELN, anunció un alto el fuego de un mes por la pandemia.
Este lunes, 39 médicos y enfermeros cubanos llegaron a Andorra para ayudar a las autoridades de este pequeño principado entre España y Francia, que se convierte así en el segundo Estado europeo, después de Italia, en recibir profesionales de salud de Cuba en plena pandemia.