En la semana que recién finaliza, representantes del sector salud agremiados a sindicatos realizaron diversas protestas dirigidas a los diputados pidiendo tres cosas: la cuarentena obligatoria, equipos de bioseguridad y el seguro de vida, además, del bono de los 150 ofrecidos al “personal de primera línea”, es decir, médicos y enfermeras, entre otros del sector salud. Sobre el tema de la cuarentena, la respuesta de los diputados, además de tener su reserva sobre la constitucionalidad de que se haga a partir de un decreto de excepción de algunas garantías constitucionales, como la movilización, está el tema de la falta de un plan.
Nos parece que la Presidencia de la República debería exigirle a las autoridades de salud la elaboración de plan de cómo se enfrentará la pandemia de decretarse una cuarentena.
En alguna medida, los diputados tienen razón en que si la pandemia no se detuvo o se alargó en los más de 80 días de cuarentena domiciliar obligatoria, cómo en 15 días de cuarentena “estricta” se podrá aplanar o disminuir considerablemente el contagio que hoy es casi masivo.
La población, que no solo es la afectada por el coronavirus, sería también la afectada por una nueva cuarentena, por lo tanto, se debe conocer cuál es plan de las autoridades de salud, para enfrentar la epidemia en esta fase de contagio masivo.
Un plan bien definido, bien claro, dirigido a la población, primeramente, podría ser también de satisfacción para los diputados. Obviamente, este plan no se elabora, o no se presenta al público en el caso que ya está, si no recibe la orden del presidente de la República para que se haga del conocimiento público.
El otro tema es la exigencia de los equipos apropiados para el personal de salud, entiéndase en primer lugar los médicos y las enfermeras, pero también el personal de apoyo de salud.
Debería haber una explicación a la población por qué tanto médico y enfermera está muriendo.
Durante la marcha de la semana anterior, algunos voceros del gremio médico y de enfermería afirmaban que era debido a la falta de equipo adecuado. Entonces surge la pregunta, ¿por qué no se le dota constantemente el equipo apropiado al personal que está en la primera línea?
Y cuando se hable de primera línea no deben ser solo los médico y enfermeras que están en los hospital donde se tratan los casos graves de COVID-19, sino de todo el personal médico y de enfermería, pues en cualquier clínica comunal u hospital de cualquier tipo son los que tiene el primer contacto con el paciente que llega de urgencia con síntomas de COVID-19. Si esto no se ha hecho es necesario hacerlo, y a la vez explicar por qué no se ha hecho.
Ha sido recurrente que cuando los médicos denuncian que no hay falta de equipo, a los días aparecen las autoridades de salud, o funcionarios con la calidad de voceros, a informar de la entrega de equipo. La pregunta es ¿por qué esperar a que exista una denuncia pública para atender estas necesidades?
El sentido común nos dice que el personal que debe estar con todos los recursos necesarios para su seguridad, para no contagiarse, debe ser el personal médico y de enfermería. Pues si son ellos los primeros en contagiarse y morir por la invasión del virus, ¿quien se encargará de velar por la salud del pueblo?
Tenemos información de que las autoridades de salud han decidido no meter en cuarentena al personal de salud que de positivo, si este no presenta un cuadro severo de la enfermedad, precisamente por la cantidad de médicos y enfermeras afectadas por la enfermedad.
Más allá de que sea la mejor decisión o no por la falta de personal, lo que debería preocuparnos, y que alguien lo explique, es por qué el personal de salud, que es el de “primera línea”, no se ha protegido adecuadamente.
Ojalá y no le eche la culpa al pueblo, también víctima de la pandemia, por haberse infectado y esto, a su vez, infectado al personal médico y de enfermería.