Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Es muy cara la deuda que pagamos y puede ser más cara por los caprichos de bloquear decisiones políticas necesarias para pagarla. Esto es lo que el Ministro de Hacienda advierte a la Asamblea al insistir en la urgente necesidad de aprobar el plan de pago que contienen solicitudes que desde hace meses están en manos de la Asamblea Legislativa y que solamente pueden aprobarse con mayoría calificada, es decir con la concurrencia de los votos de Arena.
De los 1,407 millones de dólares que en el Proyecto de Presupuesto deben ser respaldados con emisión de deuda, 800 millones servirán para pagar bonos emitidos en 2009, aprobados en mayo de ese mismo año, todavía bajo el mandato de Arena y Antonio Saca, que eran solo una parte de toda la deuda emitida para remediar vacíos que dejaba Arena a su salida del ejecutivo.
Ya en febrero de ese mismo año 2009, y en diciembre de 2008, se habían aprobado otros decretos emitiendo deuda por $ 450 millones con el BIRF, y en mayo se convirtió este préstamo en apoyo presupuestario que ejecutó Arena, o mejor dicho que legalizó pagos ya hechos, y otros 500 millones de dólares con el BID que había sido aprobado en diciembre 2008 para apoyo a políticas sociales.
También ese 22 de mayo de 2009 se asumió deuda que había sido emitida sin reconocimiento de la mayoría calificada bajo la figura de Fideicomiso de Educación y Seguridad (FOSEDU) por 350 millones de dólares.
Del préstamo del BID se reorientaron $ 200 millones para apoyo presupuestario. Y además de eso el mismo día se autorizaron los 800 millones de dólares que son los que toca pagar en 2019 para convertir deuda de corto plazo (Letras del Tesoro) en deuda de mediano plazo (BONOS).
Otro decreto del mismo 22 de mayo de 2009, fue para emitir deuda por 653 millones de dólares. De todas estas emisiones, lo único que quedó para uso del Gobierno del FMLN presidido por Mauricio Funes, fueron 167 millones de dólares que eran certificados pendientes de vender del Fideicomiso de Educación y Seguridad. Todo lo demás había sido consumido por los gobiernos de Arena.
Quien tenga duda de lo afirmado en los párrafos anteriores puede buscar en los diarios oficiales los Decretos 22, 30, 31 y 32 emitidos en mayo de 2009 y los decretos 823 de febrero 2009 y 788 de diciembre de 2008.
Si se leen los considerandos de esos decretos podrá ver que parte de esas deudas pagaban otras contraídas en tiempos de Calderón Sol, Francisco Flores y el propio Antonio Saca.
La prédica por 9 años originada en los llamados tanques de pensamiento, plumíferos de la derecha sobre la deuda del país, y los retorcimientos antes de cualquier operación de crédito para fines específicos a lo largo de estos años, ha servido para que con ese ruido se oculte el endeudamiento que ellos y sus gobiernos hicieron, que comprometían pagos hasta el año 2034; algunos de esos señores o señoras que hablan del tema ocuparon puestos claves cercanos a la Presidencia de esos gobiernos.
Si una deuda hay con la sociedad de parte de las autoridades de Hacienda del 2009 a la fecha, es no informar que es lo que se está pagando cada semestre o cada trimestre, cuando lo usaron y en que lo gastaron.
No basta decir que honramos los compromisos de Estado, no basta informar que porcentaje del presupuesto de cada año corresponde al pago de intereses y capital de deuda contraída en el pasado, merecemos que se nos diga, que cuota y de que préstamo es la que estamos pagando, cuanto amortizamos a intereses y cuanto a capital, cuando la deuda es para un fin específico.
Merecemos que se nos diga si se está pagando préstamos de libre gestión o apoyo presupuestario y en que época, y que gobierno lo utilizó. Hasta ese nivel de detalle servirá para hacerse claridad que hay deudas pesadas que pueden volverse casi eternas.
Por eso felicito al futuro Presidente Hugo Martínez que tiene entre sus compromisos renegociar la deuda, y es de esperar que la Asamblea cuando por fin aprueben el presupuesto permita la opción de adquirir préstamos con organismos multilaterales a la de emisión de bonos, como ya se ha hecho.
La derecha tiene obligación moral de aprobar el presupuesto y cuanto más pronto lo haga, menos intereses pagaremos todos.