Por: Rolando Alvarenga
En el cierre del año y cuando el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) está sosteniendo reuniones con las federaciones sobre el tema presupuesto estatal 2016, health es oportuno susurrar al oído del presidente del INDES que debe incluir una cláusula en mayúsculas sobre el amarre de este presupuesto a la producción de atletas de alto nivel competitivo.
Lo anterior porque es preocupante observar el triste panorama local, donde se están extinguiendo los pocos atletas de alta competencia que le vienen quedando al país.
Es penoso y frustrante nombrar “federaciones intrascendentes”, pero puedo sostener que son la mayoría. Para muestra un botón: las dos anteriores FESFUT despilfarraron 17 millones del Estado y ¿qué tenemos en selecciones?
Es que en este aspecto, a través de los años, se han proliferado un resto de “federaciones estériles” que solo han estirado la mano para pagar sus planillas y gastos afines, pero nada de producción de atletas para la alta competencia. Federaciones que, por lo general, no han cumplido con aquello del 80 por ciento para el desarrollo y 20 por ciento para administración.
“Federaciones vegetales” argumentando que “el dinero del INDES no alcanza”; pero, en lo personal y amparado en la experiencia, sostengo que tiene que ver con mala administración porque destinan mucho recurso para deporte recreativo y “atletas made in Ilobasco” que un día desaparecen, dejando tirada la inversión estatal. Esta plata tiene que ser administrada en base a prioridades y apuestas específicas desarrollando atletas integrales y con resultados incuestionables.
Al respecto, y como gato viejo en este moribundo deporte, puedo afirmar que Cuba no necesariamente es lo que es por tener chorros de pisto ¡no! Mucho de lo que son los cubanos tiene que ver con la efectiva administración de sus recursos financieros estatales. Y el resto lo complementa su talento, disciplina y tenacidad para cumplir las metas y objetivos olímpicos y mundialistas que se proponen.
Entonces, planteando cada quien su caso y sus necesidades prioritarias al INDES, las federaciones deben planificar con proyección y realismo sus apuestas en sus atletas potenciales. A la par, velando porque no les falte nada, preparándolos integralmente al máximo para hacerlos atletas triunfadores y no que por falta de apoyo se vean obligados al retiro prematuro.
Solo así, con una cultura de responsabilidad y desafío enfocada a priorizar y satisfacer las necesidades básicas de sus deportistas, alcanzará el dinero del pueblo, de ese pueblo que patrióticamente se emociona cuando un hijo suyo obtiene el oro, plata o bronce.
En resumen, si las federaciones tienen potencial elemento, no hay que tratar de abarcar mucho, sino ser efectivos.