Oscar A. Fernández O.
Una vieja fotografía fechada antes de 1895. En ella se ve un sexteto de músicos criollos presentando una formación típica de la época. Cornetas, patient pharm clarinete, viagra generic trombón de válvulas, contrabajo y guitarra. Puede que también hubiera un batería pero no quedó reflejado en la instantánea. Nada se sabe del fotógrafo que la hizo o del momento de la escena en el que fue tomada. Quizás después de una actuación callejera por alguno de los parques de la ciudad. Aunque, en realidad, tampoco importa mucho…En la foto aparecen Jimmie Johnson (contrabajo), Buddy Bolden (corneta), Willie Cornish (trombón) y Willie Warner (corneta) Brock Mumford (guitarra) y Frank Lewis (clarinete). (Grooveman: 2011)
Charles “Buddy” Bolden, nació en Nueva Orleans el 6 de septiembre de 1877 y falleció en 1931. Fue un cornetista de hot, considerado como uno de los padres y fundadores del Jazz (Ortiz Orderigo: 1988)
Lo conocían como “King” Bolden, y era un hombre con clásicos rasgos de negro “criollo” de Nueva Orleans, y procedía del distrito negro de esta ciudad americana. La vida de Bolden continúa envuelta en leyendas que lo hacen aún más fascinante. Con graves problemas de alcoholismo y mentales (era esquizofrénico), mujeriego, de carácter violento y fanfarrón, era un peluquero que de día cortaba y afeitaba a sus clientes y al anochecer prestaba sus servicios como músico en ceremonias, picnics, fiestas y bailes íntimos, o en sitios tan dispares como en entierros o en los vapores del Mississippi. Aquellas actuaciones le hicieron conocido como la mejor corneta de toda Nueva Orleans y quien más magistralmente tocaba el blues (P. Carles: 1988)
La conducta excéntrica de Bolden, sus problemas con la justicia y su adicción al alcohol le provocaron un agravamiento de su trastorno mental que lo llevó a ser ingresado por su familia durante 1907 en un hospital para enfermos mentales en Jackson (Luisiana) donde permaneció hasta su muerte en 1931.
La leyenda de Buddy Bolden incrementa por el hecho de no haber ninguna grabación disponible de su música, y aunque sí que llegó a realizar grabaciones, ninguna de ellas ha sobrevivido (Ut supra)
El enigma constituye algo consustancial a la música jazz. Forma parte de su personalidad, de su magia y de su inmenso poder de evocación. Cientos de historias de músicos, de personajes, de amantes, de grabaciones, de ciudades, de locales y, por supuesto, de canciones han quedado ocultos tras la aplastante losa que supone el paso del tiempo. Podemos especular con algunos datos pero tal vez nunca sabremos realmente todo lo que el jazz ha dado de sí.
En ese sentido, en la historia apócrifa del jazz la figura de Buddy Bolden es una de las más enigmáticas de todas las que nos podemos encontrar, sino la que más. Mucho se ha escrito sobre él y pocas son las referencias, por lo que (casi) siempre suele contarse lo mismo. Todo lo que sabemos pertenece a testimonios de sus coetáneos y con frecuencia al ámbito de la conjetura o la recreación, donde, tal vez se sitúe el inicio de su leyenda. (Grooveman: 2009)
Aunque se cree que realizó algunas grabaciones, lamentablemente ninguna de ellas ha llegado hasta nuestros días. Sólo la foto de su banda, la única que se conserva de él. Mucho antes de que Louis Armstrong revolucionara el mundo de la trompeta (y del jazz en general), Bolden hacía sonar su corneta en alguna de las numerosas bandas que agitaban la ciudad. Los recuerdos (quizá difusos, quizá inventados) de un jovencito Armstrong resultan reveladores: “Buddy Bolden fue uno de los primeros maestros del género. Recuerdo haberle oído por primera vez cuando tenía cinco años. Bolden y sus muchachos actuaban en el Funky Butt Hall, primero una media hora en la calle, frente a las puertas del Hall y luego en el interior. Los niños escuchábamos desde el otro lado de la calle y lo pasábamos en grande bailando su música. Cuando la banda entraba en el Hall, nos volvíamos a casa. Ésa fue la primera vez que oí tocar a Buddy Bolden y tenía uno de los sonidos más potentes que jamás había escuchado.”
Charles ‘Buddy’ Bolden nació en Nueva Orleans, en 1877. Su oficio real era el de barbero, ya que su padre regentaba una barbería en Franklin Street, en pleno Storyville, pero su verdadera pasión fue la corneta, antecedente de la trompeta actual. Como curiosidad emulaba ser periodista editando The Cricket, un panfleto incendiario que se hacía eco de todos los rumores y escándalos locales.
A pesar de que lo habitual para un músico de viento era comenzar en las bandas de metales que tocaban marchas y polkas, la primera vez que Bolden se introdujo en la vida musical pública fue gracias a los conjuntos de cuerda que actuaban en bailes y fiestas. A mediados de los años 90 del siglo XIX, en la trasera de su barbería empezó a reunir una banda junto con el trombonista Willy Cornish, compañero de andanzas musicales (Donald Marquis: 2005)
“La policía te metía en la cárcel si te oía cantar aquella canción. Yo acababa de empezar con el clarinete, tenía seis o siete años y Bolden estaba haciendo una competición entre los miembros de la Imperial Band, que estaban subidos a un camión. Bolden empezó su tema, la gente comenzó a cantar y los policías se pusieron a aporrearles en la cabeza”, explica Sidney Bechet sobre ‘Buddy Bolden Blues’ (En la pieza musical Buddy Bolden Stomp)