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El primero de mayo: el conflicto entre el capital y el trabajo

Hugo Fajardo Cuéllar.*

Como es tradición, el día primero de mayo de cada año, se celebra en todo el mundo el día internacional del trabajo, día en que la clase trabajadora de los diferentes países del mundo sale a las calles a conmemorar un año más de aquel 1 de mayo de 1886, en el que muchos trabajadores de una fábrica en Chicago, Estados Unidos, murieron masacrados al librar una lucha sindical por la instalación de las ocho horas como jornada laboral diaria, la cual era antes de 12 y hasta 16 horas.

Después de 133 años de aquel  histórico acontecimiento, es importante plantear algunas reflexiones sociológicas, sobre el significado que para los trabajadores de todo el mundo y de El salvador en particular tiene cada primero de mayo, en el marco de la contradicción fundamental engendrada por  el sistema capitalista, entre el capital y el trabajo, es decir, entre los propietarios de los medios de producción y la riqueza (los capitalistas) y los propietarios únicamente de su fuerza de trabajo para poder sobrevivir( los trabajadores).

La Contradicción entre el capital y el trabajo, es una de las leyes fundamentales que rigen el desarrollo del sistema capitalista, la cual fue descubierta por Carlos Marx, en su doctrina del Materialismo histórico, también conocida como Marxismo. Doctrina según la cual la creación y acumulación del capital por el capitalista, solo es posible mediante la explotación de la fuerza de trabajo o el trabajo realizado por los trabajadores en las sociedades capitalistas. Lo cual significa que en la medida que los trabajadores venden como una mercancía más su fuerza de trabajo a los capitalistas, estos acrecientan sus ganancias generadas por la plusvalía producida por los trabajadores, mientras que estos últimos se ven cada vez más empobrecidos al recibir un salario miserable por su trabajo.

Pero ¿qué es el Capital? y ¿qué es el Trabajo?

Se debe entender por Capital, al dinero incrementado o ganancia que obtiene el capitalista, proveniente de la relación de producción que establece con el trabajador, al comprarle por un precio determinado la fuerza de trabajo. Ganancia que proviene esencialmente de la parte de la jornada de trabajo, no remunerada al obrero, y de la cual se apropia el capitalista o dueño de la fábrica o empresa en la que se emplea el trabajador.

Se entiende por Trabajo, a la aplicación o puesta en práctica de la fuerza física o mental del trabajador, para llevar a cabo una determinada actividad productiva dirigida a la creación de un producto determinado.

Así entendidos brevemente ambos conceptos, se plantean a continuación algunas de las situaciones concretas en que se manifiesta la contradicción entre el capital y el trabajo, en el seno de las sociedades capitalistas y frente a las cuales la clase trabajadora viene luchando desde aquel primero de mayo de 1886 hasta nuestros días.

La contradicción entre el propietario de la Empresa y los trabajadores.

En las sociedades capitalistas el dueño de la Empresa o de los Medios de Producción, disponen del trabajo de los que no son dueños de los mismos, esto implica una relación de dependencia y subordinación de la clase trabajadora respecto a la clase poseedora, en tanto que el empresario capitalista dispone a su antojo de la forma, la cantidad y el destino que tendrá la producción que saldrá de la fábrica o centro de trabajo hacia la sociedad, mientras que los trabajadores solo disponen de su decisión, si trabajan o no en dicha fabrica por un salario miserable que apenas le alcanza para su sobrevivencia.

Según Marta Harnecker (1986), esta contradicción es conocida como la contradicción entre la Burguesía y el Proletariado, “es decir, entre los actores de la producción social y los acaparadores de sus frutos, debido a que son propietarios de los medios de producción” (pág.159). Esta es la expresión esencial de la lucha de clases en el seno del capitalismo, ya que las condiciones de explotación del capitalista sobre el trabajador, que han acompañado durante más de siglo y medio al sistema capitalista siguen siendo hoy en día el principal desafío, de la lucha de la clase trabajadora por su emancipación.

La contradicción entre la jornada de trabajo y los bajos salarios.

Desde aquel primero de mayo, hasta hoy día la jornada de trabajo es de ocho horas, aunque en la práctica muchos trabajadores en muchos centros de trabajo laboran más de las ocho horas y en muchos casos sin que se les pague las horas extras, además el pago o remuneración que el patrón o capitalista hace al trabajador por su trabajo, es un salario tan bajo que no le alcanza para satisfacer de manera digna sus necesidades básicas como persona humana y por lo tanto no compensa su desgaste físico y mental, que este realiza durante la jornada de trabajo.

Esta contradicción se pone de manifiesta de manera concreta en El Salvador, mediante la explotación sistemática que a diario llevan a cabo las empresas privadas, principalmente las Maquilas, en las cuales grandes contingentes de gente, sobre todo, jóvenes entregan la sabia de sus vidas a dichas empresas a cambio de un miserable salario, que no alcanza ni para cubrir las necesidades básicas como clase trabajadora, a tal grado que el llamado salario mínimo es una ficción

La contradicción entre la producción y el consumo de mercancías.

En todas las sociedades capitalistas como la salvadoreña, la producción de los bienes materiales para la subsistencia, entra en contradicción o conflicto con las mercancías, que son los bienes producidos puestos a la venta en el mercado. Esta contradicción se expresa de manera general en el fenómeno conocido por Marx como: El fetichismo de la mercancía. Este fetichismo consiste en que la producción de los bienes y servicios fruto del esfuerzo diario de los trabajadores, se convierten en cosas que se escapan de las manos de sus productores directos, ya que estas no pueden ser consumidas por la mayoría de los trabajadores, dado que llegan a tener un valor o precio mucho mayor al de la fuerza humana de trabajo que las hizo posible.

Es decir, en la lógica del sistema capitalista, las cosas o mercancías llegan a valer más que su creador, quien es convertido por las mismas en un fetiche o en una cosa más, que solo interesa  como productor, a quien el capitalista le compra su fuerza de trabajo, por un bajo salario y lo explota al máximo para producir incesantemente dichas mercancías, las cuales en su gran mayoría no son consumidas de manera digna por el trabajador, debido a los salarios miserables  que paga la clase capitalista a la mayoría de trabajadores.

De ahí que la lucha de la clase trabajadora por conquistar mejores condiciones laborales, para mejorar su calidad de vida, es una lucha permanente frente a la clase capitalista explotadora, que se conmemora cada primero de mayo, pero que toma vida y acción todos los días, en todos los centros de trabajo, en cualquier lugar del mundo.

*Profesor en Ciencias Sociales, Sociólogo, Abogado y Notario, Master en Derechos Humanos y        Educación para la Paz, docente de la Universidad de El Salvador, (UES) desde 1991, Actualmente estudiante del Doctorado Interdisciplinario en Educación, UES y Miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación de Académicos de la Universidad de El Salvador (ASAUES).

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