Nelson López*
Mis queridos súbditos, cialis sale check ahora que soy el monarca de esta pequeña comarca, lo primero que voy a hacer es echar a los de la guardia real porque me parecen muy feos y desnutridos, para mi todos deben ser guapos y musculosos, porque yo no les voy a comprar un iphone 6 ni 7 ni 8 uuuyyy… sino que unas macanas de palo de coyol, ¡así de extremas! y que pesen por lo menos unas cinco libras, para que cuando afiancen a las vendedorzuelas de las callejuelas, las hagan evacuar de un solo macanazo y los bomberos ya solo llegarán a lavar toda la suciedad que deja la plebe, y tengan plena seguridad que todos vamos a vivir felices como en los cuentos de hadas y principados. Además, vamos a erradicar las cantinas de mala muerte, si al caso les dejaremos las ventanas, pero vamos a ponerle caché a todo lo que ahora le digan paseo, ¡nada de paseos con ebrios! Aquí todo será una hermosa zona rosa, vamos a tener la más linda del mundo, la única bebida que si vamos a permitir será el vino rosado, pero ligh, aja ¡qué tal? También les prometo que permitiremos pastillitas de colores para las tormentas tóxicas y psicodélicos cócteles, para que de vez en cuanto sientan el éxtasis de la vida. ¡Nada de cochebomba! pervertidos de la vida. Por supuesto que tendremos al bufón de la corte que nos deleitará con sus epístolas y posteará mis retratos al igual que lo hace con mi rey, pero yo no les voy a sacar el dedo, porque eso es vulgar, yo solo les sacaré la lengua porque eso es lo va conmigo. Que les quede claro que no habrá zonas verdes, ya ustedes saben el color que tendrán y les anticipo que a todos los que les gusta el color rojo ¡ahí se van a estar! Porque hasta los parques van a tener ese color distintivo que nos identificará a todos, a mis cortesanos, súbditos y esclavos. En el edicto real, que ya encomendé a lo más servil que poseo ¡mi bufón! de lejanas tierras, quedará asentado que en cada cuadra de lo que un día fuera un paseo tendremos un monumento de mi padre que luchó contra el opio pero nadie lo comprendió, por eso le rendiremos homenaje en contra de todas las comisiones, sean de verdad o de mentira, y toda la plebe tendrá que rendirle reverencia porque fue quien cantó –donde los rojos terminarán- asi que yo voy a continuar con ese legado pero bajándole tono, no de un solo como pretendieron monarcas y vasallos, porque se fueron chuco y no lograron tan siquiera bajarle tono, pero yo lo lograré aunque sea despacito, porque los lacayos tendrán que entender que la vida es pura rosa, no pura uva como dice René Alonso, y si no que haga otra letra, para que me la cante, pero ya comenzó el final de los rojos, y yo me voy hacer cargo de todos ellos. Para concluir, les dejo en el entendido que yo merecía más y gracias a todos ustedes porque ya me dieron más y eso era bien importante, porque para que yo tenga más, no debo pagar el agua ni la energía eléctrica del ayuntamiento, y además del volcán de San Salvador, les auguro más volcanes aunque sea de basura porque ustedes merecen más y tendrán más.
El princeso