Colaboración CESTA
Hace dos meses terminó la conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Polonia, donde los científicos insistieron en la necesidad de tomar medidas urgentes, para evitar que el incremento de temperatura global promedio de la atmósfera pase de 1.5 ºC ya que ocurrirían catástrofes ambientales bastante fuertes que las ocurridas hasta el momento, donde el incremento de temperatura es 1.2 ºC.
Los científicos hicieron notar, que con los niveles de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, acordados por los diferentes países en la cumbre de París en 2015, el incremento de temperatura sobrepasará los 3 ºC en el presente siglo.
Para El Salvador, esta realidad climática es de extrema importancia ya que el país está en una zona altamente vulnerable, a la presencia cada vez más frecuente y de mayor impacto de los comportamientos extremos del clima como son las fuertes tormentas, los huracanes y las sequías, lo cual se agrava todavía más con el deterioro, cada vez mayor que se ha tenido en las últimas décadas en nuestro país.
Ante esto el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada, insta que es importante diseñar e implementar una estrategia que tenga por objeto la rehabilitación de los territorios, e incluya medidas como detener de inmediato la tala de árboles, proteger las zonas recolectoras de agua lluvia e implementar procesos masivos de arborización, con árboles propios de la zona, buscando diversidad biológica y evitando la ocurrencia de zonas con monocultivos.
Como CESTA, expresamos que “un aspecto de suma importancia, ante el impacto cada vez mayor de cambio climático, es la producción alimentaria, de hecho se deben hacer esfuerzos para producir en el país los alimentos que demanda una población cada vez mayor, sobre todo, que en el país hay una extensa zona de 64 municipios conocida como corredor seco, donde los impactos de la sequía se sienten con mayor fuerza y según parece es lo que el clima nos depara para este año 2019, con la ocurrencia del fenómeno El Niño”. Asimismo, consideramos que la producción alimentaria debe ser prioritaria, ante otras actividades que se están desarrollando con bastante fuerza, como es la producción de caña de azúcar, en grandes extensiones, para producir combustible de origen vegetal y abastecer el mercado internacional.
En el Salvador y en los países vecinos, ya existen algunas experiencias exitosas de producción alimentaria como sucede en la comunidad Santa Clara, San Vicente, donde por más de 6 meses se han venido desarrollando proyectos orientados a abastecer a la población de alimentos nutritivos y a bajo costo, con el establecimiento de huertos familiares, siguiendo métodos agroecológicos con un uso racional de agua, sin uso de agro-químicos y manteniendo una diversidad biológica que mejore la calidad del suelo, permita el adecuado funcionamiento de los ecosistemas y se incremente la resiliencia de los territorios al cambio climático.
Un aspecto importante de estas experiencias, es que tienen un potencial de ser reproducidas en otras zonas del corredor seco con condiciones similares.