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Monseñor Romero siempre apoyo a su pueblo trabajador. Foto Diario Co Latino/Ricardo Chicas Segura

El pueblo salvadoreño necesita redescubrir la palabra de monseñor Romero

Ivan Escobar
@DiarioCoLatino

La palabra de monseñor Oscar Arnulfo Romero sigue vigente a 41 años de su asesinato. No obstante, las nuevas realidades que se viven en la sociedad salvadoreña, los desafíos y compromisos actuales llaman “redescubrir su palabra”, “su testimonio”.

Esta es la conclusión a la que llegó el pastor Miguel Tomás Castro, de la Iglesia Bautista Emmanuel, quien junto a periodistas y artistas salvadoreños, participó el pasado 20 de marzo, en el conversatorio virtual: “Monseñor Romero, testimonio fiel de la palabra”, organizado por la Asociación de Arte y Cultura para el Desarrollo Social, El Salvador-Internacional (As-Arte), y “Dos Alas Editorial”.

La jornada se desarrolló el pasado fin de semana, y reunió a los periodistas Mónica Rodríguez e Iván Escobar; así como a Ernesto Guevara, artesano y músico salvadoreño, y al pastor Tomás Castro, quienes abordaron sus planteamientos desde la comunicación, la espiritualidad y las artes alrededor del pensamiento de Mons. Romero.

La escritora Yamar Durán, presidenta de As-Arte y moderadora del evento, destacó la importancia de estudiar la figura de monseñor Romero, sobre todo en estos tiempos. Y dijo que uno de los compromisos de la Asociación, es visibilizar el aporte de hombres y mujeres en bien de nuestra sociedad, rescatar su memoria y su legado.

Algo que el pastor Miguel Tomás Castro ve fundamental, tomando en cuenta que la misma Iglesia católica, y otros religiosos de otras creencias, así como el pueblo en su gran mayoría no ha entendido el significado verdadero de la palabra de monseñor Romero, a más de cuatro décadas de su crimen.

“En él tenemos una señal de Dios para esta historia del país. Hay que rescatar a monseñor Romero (…) es un hombre de Dios para un tiempo difícil en la historia de este país”, remarcó el pastor Tomás Castro, quien recordó que la Iglesia a la que pertenece “fue de la primera iglesia protestante que se acercó a Mons. Romero”, cuando fue nombrado arzobispo de San Salvador, a finales de los 70s y trabajó de la mano de él.

La periodista Rodríguez recordó que la justicia de Dios ha llegado, al reconocer al religioso como Santo, por parte de la Iglesia católica, pero la justicia terrenal aún está en deuda. Su crimen sigue impune, y al igual que otros cometidos antes y durante la guerra civil, nunca se ha esclarecido.

¿Quién es Mons. Romero? Esta interrogante de ¿quién es Mons. Romero? Permitió al panel de este conversatorio ahondar en la figura del religioso, y plantear la necesidad de mantener un estudio permanente de su palabra, como lo recomendó Guevara, quien considera que el arte, y sus diversas disciplinas deben trabajar inspiradas en su palabra, pero no solo de forma icónica, sino con filosofía, con esencia de la palabra de Mons. Romero para que las actuales generaciones también conozcan su legado.

“Es una parte fundamental en mi vida personal y profesional, porque en cada cosa que hago trato la manera de que todo se haga con justicia, no es fácil. Ha sido un hombre ejemplar”, reafirma la periodista Rodríguez.

“Mons. Romero a mí me deja una lección, que no solo encaja su palabra en el feligrés católico, sino que en las distintas creencias religiosas. Mons. Romero trasciende”, enfatiza Escobar.

Y añade que ante la interrogante planteada, “sin duda puedo decir, que monseñor Romero es un profeta. No es que fuera, es un profeta porque su palabra está vigente”, remarca.

“Para mí Mons. Romero ha sido un hombre de Dios”, contesta con propiedad el pastor Miguel Tomás Castro. Y Guevara añade que escuchar sus homilías era todo un desafío, pero a la vez, un espacio alentador.

Decir la verdad y ser críticos

Durante el encuentro también se abordó el qué nos estaría diciendo monseñor Romero, hoy en día. Los panelistas coincidieron en que su llamado estaría orientado a seguir defendiendo la verdad, a seguir buscando la paz, cuestionando al político que se aprovecha de la inocencia de sus electores, y ante todo a ser críticos.

Pero la crítica que monseñor Romero impulsó durante su vida, y en particular en sus últimos años, fue fuerte, nunca fue ofensiva, sí fuerte y desató el odio de sectores de poder que contribuyeron para asesinarlo el 24 de marzo de 1980, durante una celebración religiosa.

“Mons. Romero nos invita a ser críticos (…) no a criticar como hoy en día nos han enseñado insultando, ofendiendo. No, ser crítico desde la verdad, desde la palabra”, comenta Escobar.

Señala Rodríguez, además nos enseñó como comunicador a defender la libertad, el libre pensamiento, la variedad de ideas, a no vivir en estado totalitario como ahora se estaría perfilando con el actual Gobierno y la Asamblea Legislativa electa.

“Todos tenemos la responsabilidad de redescubrir a un hombre cuya palabra, vida es luminosa”, concluyó el pastor Miguel Tomás Castro. Y afirma que no solo debemos fijarnos en el ícono, sino también hay que profundizar en su santidad para impregnar la vida social, económica y política de El Salvador.

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