Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
El excampeón nacional e internacional de boxeo, Mario Méndez, recordó desde su casa en El Pino, Soyapango, algunas de sus experiencias boxísticas que lo llevaron a enfrentar a tres primeros retadores al título mundial de las 112 libras del CMB.
“Recuerda, Bachi, y tú lo sabes bien, que en la década de los años setenta el boxeo era muy duro y, para colmo, los guantes profesionales de 6, 8 y 10 onzas, tenían suelto los pulgares que algunos pugilistas sucios y mal intencionados, lo utilizaban de vez en cuando para puyar los ojos en los cuerpo a cuerpo”, relata el citado exboxeador y hoy entrenador, de 72 años, quien durante los últimos años ha padecido de cataratas y espera operación.
Méndez dijo que experimentó en carne propia esta alevosa acción antideportiva, cuando en febrero de 1975 enfrentó en el Nuevo Circo de Caracas al primer retador al título mundial, Betulio González, de Venezuela.
El pugilista recuerda que a él lo estaban preparando para disputar el cinturón universal con el mexicano Miguel Canto, pero lo contrataron para un combate de preparación del venezolano.
Méndez sostiene que no le asustaban las credenciales del venezolano y lo enfrentó sin complejos y, cuando Betulio vio que el salvadoreño no era ningún conejillo de indias, le metió el pulgar en el ojo izquierdo y lo dejó viendo cuatro imágenes de González.
En el sexto round, dice que tenía completamente cerrado el ojo, pero no bajó el ritmo agresivo de combate y en el sexto le metió un gancho que lo hizo aterrizar en la lona.
Entonces, el árbitro en vez de aplicarle el conteo, lo agarraba para darle tiempo de recuperarse del efecto del golpe, se recuperó y siguió, por lo que terminó la pelea y ganó el venezolano por decisión
Mario Méndez, mientras tanto, pasó dos semanas con el “farol cerrado”, como expresó el pugilista salvadoreño.
“Gracias a Dios, porque los estudios especializados determinaron que efectivamente los pulgares sueltos se prestaban para puyar los ojos, los máximos organismos mundiales del boxeo aprobaron a finales de los ochenta que los pulgares fueran cosidos al guante, para evitar esta sucia práctica tan letal y dañina para la vista”, manifestó Méndez.
Mario Méndez clasifica como uno de los cinco mejores boxeadores salvadoreños profesionales de todos los tiempos, forjado en la frontal escuela mexicana en la década de los setenta, desarrollando una interesante trayectoria que abarcó los ochentas y que un día le permitió ubicarse en el octavo lugar del ranking mundial Mosca, del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).