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El punto de quiebre de la criminalidad

Sin lugar a dudas, site las medidas extraordinarias para combatir a las pandillas y otros grupos delincuenciales, site aprobadas el viernes por la Asamblea Legislativa, a iniciativa del Órgano Ejecutivo, entre otras que se impulsarán próximamente, permitirán observar el punto de quiebre de la criminalidad en el país, y el tránsito a un país donde impere la tranquilidad de sus ciudadanos.

Lo segundo, por supuesto, no se dará de la noche a la mañana, sino, que hay que esperar por lo menos un año, si no es que antes, tal como lo dijera en la Asamblea Legislativa el vicepresidente Oscar Ortiz.

La ciudadanía no debe dudar, que las medidas buscan resolver finalmente la delincuencia en el país, sobre todo, lo relacionado a los homicidios y las extorsiones.

Las medidas y sus resultados próximos se deben, sin lugar a dudas, al liderazgo del Presidente Salvador Sánchez Cerén, quien es el que se ha puesto a la cabeza en el tema de la seguridad.

Primero, cuando creó el Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana; luego, al hacer cambios en el Ministerio de Seguridad, y últimamente, cuando invita a los presidentes de los tres órganos del Estado para estudiar las medidas de emergencia a aplicar para combatir la criminalidad.

Es decir, enfrentar el tema delincuencial no es por lo ocurrido el 3 de marzo, en Opico, cuando los grupos de pandillas masacraron a once humildes trabajadores y campesinos. Lo que sí hizo este hecho fue acelerar las medidas, pero sobre todo, estudiarlas y aprobarlas con el máximo consenso posible.

Y en efecto, las primeras medidas extraordinarias han tenido el consenso de todos, pero sobre todo el de la ciudadanía.

El pueblo entonces debe acompañar al Gobierno, al partido el FMLN, en su decida acción en contra de la criminalidad. Es necesario que la ciudadanía se arma de esperanza, de valor, y se organice en su pasaje, en su barrio, y delaten ante la autoridad a cuanto delincuente conozcan.

Pero, lo más importante es que se organicen para evitar que personas extrañas se apropien de las viviendas e impongan sus reglas absurdas.

El Gobierno hace lo suyo, pero el tema de la delincuencia no solo es potestad del Gobierno, si no de todos.

Debemos convertir este momento, este año, en el punto de quiebre de la delincuencia, y el inicio de la esperanza, de la paz, de la tranquilidad. Esto implica depositar toda la confianza en el Gobierno, y contribuir con él para que el nuevo momento por vivir sea efectivo y duradero. Así sea.

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