Hugo Fajardo Cuellar*
Todo lo que inicia tiene un fin. Este 1 de Junio del 2014 asistimos al final del quinquenio de la gestión gubernamental del primer gobierno de izquierda en El salvador, viagra representado por el FMLN y por el presidente Mauricio Funes Cartagena. Fecha histórica en la que también se realizó el acto solemne de traspaso de gobierno del presidente saliente al nuevo presidente electo, el líder histórico del FMLN, el profesor Salvador Sánchez Cerén, el cual fue electo en las elecciones presidenciales del pasado 14 de marzo en segunda vuelta.
En tal sentido, siguiendo la tradición de los análisis planteados al cierre de cada uno de los cuatro años de gobierno anteriores, se plantean a continuación algunas reflexiones sobre la gestión del quinto y último año de gobierno del FMLN y el Presidente Funes. Estas reflexiones tiene como propósito fundamental dimensionar de manera breve, los límites y alcances de la política de cambio social implementada por el primer gobierno del Frente, en el ámbito político económico y social, como antesala para los retos y desafíos del segundo gobierno del FMLN, ahora bajo el mando del excomandante guerrillero, Salvador Sánchez Cerén.
EN EL ÁMBITO POLÍTICO: El último año del quinquenio del primer gobierno del Frente estuvo marcado por una ola de tensiones conflictivas no solo entre los dos partidos mayoritarios: ARENA –FMLN, en el marco de la campaña electoral para las Elecciones presidenciales de este año, sino, también por el constante enfrentamiento entre el presidente Funes y la gran empresa privada de nuestro país aglutinada en la ANEP, entorno a la resistencia y oposición del sector empresarial ante las primeras reformas fiscales implementadas durante la gestión del presidente Funes. Hay que reconocer que durante la gestión gubernamental de Funes y, sobre todo, en el transcurso del quinto año, se avanzó en la democratización del sistema político salvadoreño y el combate a la corrupción, mediante algunas acciones, tales como: la aprobación de la ley de partidos políticos, la creación de los concejos municipales plurales, la instauración del voto desde el exterior, la creación de relaciones político diplomáticas por primera vez con lo países de Cuba, Vietnam y Rusia, y la interposición por el presidente Funes durante toda su gestión, de alrededor de 152 denuncias ante la Fiscalía General de la República, sobre diferentes casos de corrupción cometidos por las administraciones de gobierno del partido ARENA, entre las que sobresalen la corrupción en el contrato: CEL-ENEL Y el robo de más de 12 millones de dólares bajo la administración del expresidente de la república, Francisco Flores Pérez (procesado por la justicia salvadoreña), provenientes de una donación del gobierno de Taiwán .
No obstante tales avances, el diálogo y la concertación para discutir y resolver los problemas de país, han estado ausente. Mientras la ciudadanía y el pueblo en general, reclama soluciones a los diferentes problemas que a diario agobian a la población principalmente el problema de la delincuencia y la crisis económica que afecta a los más necesitados. Ese clima de tensiones baja de ritmo en los días próximos a la toma de posesión del nuevo presidente, pero habrá que esperar, cuál será la dinámica en los primeros meses de la nueva gestión cuando se confronten de nuevo los intereses políticos y económicos entre el gobierno y los sectores de oposición y de la empresa privada. EN EL ÁMBITO ECONÓMICO: Se consumaron los cinco años de la primer gestión de Funes y el FMLN y la esperanza que una nueva situación económica de mejoría para la grandes mayorías llegaría, aún sigue latente, aunque no se puede negar las acciones o medidas económicas y fiscales que han aliviado de alguna manera la grave situación de pobreza en que se encuentra la mayoría de la población, como por ejemplo: El Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATY), La continuidad del subsidio al gas propano y la energía eléctrica, las reformas a la ley de declaración de Renta, entre otras, pero estas aun no afectan la lógica de reproducción del gran capital vinculado a la empresa privada que se niega a pagar más impuestos al Estado y por ende solo han reducido la pobreza en solo un 5% y no en el 15 % trazado como meta .
En tal sentido, el problema aun no resuelto es la ausencia de un modelo económico que marque la ruta a seguir para la implementación de una política económica de beneficio para las grandes mayorías. Ya que las medidas hasta ahora implementadas, aun no modifican sustancialmente las reglas impuestas por el mercado capitalista en manos de la oligarquía y la gran empresa privada, además que siguen estando, condicionadas por los principales organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fomento Monetario Internacional (FMI).
EN EL ÁMBITO SOCIAL: Pese a las limitantes impuestas por el bajo crecimiento de la economía con el que se culmina este quinquenio de gobierno(2%) cabe destacar que en comparación con las gobiernos anteriores del partido ARENA, el gobierno de Funes cierra su gestión con un nivel de inversión social bastante alto (alrededor de $5000 millones en total). Esta inversión se reflejó principalmente, en Educación: a través de los paquetes escolares, los uniformes, zapatos y el vaso de leche para los estudiantes de todas las escuelas del país. En Salud: se aumentó la inversión en la mejora de algunos hospitales y el abastecimiento de medicinas en los mismos, de acuerdo con la nueva ley de medicamentos, así como la creación de los Equipos Comunitarios de Salud (ECOS). En el sector Mujeres, la creación del programa Ciudad Mujer. No obstante, estos y otros logros, el gran déficit social de este gobierno es la situación de inseguridad y el aumento de la criminalidad que ha superado la capacidad de control y respuesta por el mismo Estado, ya que el nuevo gobierno toma las riendas del país con un promedio de 15 homicidios diarios. Bajo ese panorama el nuevo gobierno del profesor Sánchez Cerén, tendrá que, no solo continuar con los cambios ya iniciados por la gestión Funes, sino también priorizar la solución a los grandes problemas de la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la delincuencia, para lo cual se necesita, impulsar un nuevo estilo de gobernar buscando un equilibrio estratégico entre los intereses del gobierno, los empresario y la clase trabajadora, de nuestro país, pero sobre todo priorizando políticas en beneficio de las grandes mayorías populares.
* Sociólogo, Docente de la Universidad de El Salvador. Facultad Multidisciplinaria de Occidente.
Master en Derechos Humanos y Educación
para la paz.