Salvador Ventura
El editorialista de El Diario de Hoy continúa con su prédica de mentiras, sovaldi sale comentarios impregnados de amargura y odio ideológico hacia un partido político y dirigentes probados desde hace más de 20 años en la tolerancia, la capacidad para el debate y la discusión de las ideas contrarias a su filosofía y pensamiento.
Es muy lamentable acudir a las calumnias o la desinformación para tratar de defender una posición política e ideológica, pero el seguir una agenda partidaria de Arena limita las posibilidades del debate y el sano entendimiento de la razón, como pedía el filósofo griego Aristóteles, para continuar el razonamiento del editorialista.
En su nota del Día del viernes 20 de junio del año en curso, titulada El techo de la escuela, el gran desastre nacional, afirma “No hay opción preferencial por los pobres, por la salud, por la educación, por el desarrollo”, porque la opción preferencia es por las hordas de activistas políticos, de mantenidos que nada aportan a las instituciones.
Es muy temeraria la tesis del señor director de El Diario de Hoy, no sólo falta a la verdad, también ofende y hace explícito su racismo y su odio enfermizo al calificar de “hordas de activistas políticos” y de “mantenidos que nada aportan a las instituciones”, a destacados ministros o funcionarios medios.
En el abanico de insinuaciones y maltratos se lleva por delante a reconocidas personalidades, a profesionales e intelectuales actualmente brindando sus servicios en distintas instituciones del Estado; también a salvadoreños comunes con suficiente capacidad para realizar las tareas encomendadas.
El hecho de publicar a la par de su nota editorial una escuela con el techo en malas condiciones no indica que la mayoría de centros escolares del país se encuentran en idénticas condiciones como sostiene al acudir al sensacionalismo “Ese es el drama de la escuela salvadoreña”.
Si esta fuera la “gran” realidad nosotros seríamos los primeros en protestar y exigir al Ministerio de Educación impulsar una cruzada a favor de la renovación, rehabilitación y reconstrucción de todos los centros escolares del país; pero no es la verdad, es simplemente una deformación de la realidad en contra de las grandes reformas sociales.
En este caso, como en otros ya comentados, se acude a la distorsión y el sensacionalismo para atacar al gobierno y despertar las bajas pasiones, además de generar indisposición de sus lectores y de algunos padres de familia en contra de todos los programas sociales puestos en marcha por el Ministerio de Educación.
La característica esencial de un medio de difusión serio y responsable debe ser el paso de la evolución del hecho exacto a la información objetiva, no distorsionar mucho menos faltar a la verdad con fines perversos.
El dar una imagen exacta de los hechos no supone “simplemente el relatar el hecho en sí con exactitud”, sino que es necesario también darle la importancia correspondiente en relación con el conjunto de las informaciones o los comentarios; pero el desprecio por la superación educativa de los marginados de esta sociedad lo lleva a otras apreciaciones temerarias.
El sostener “la gran ocurrencia de Funes fue repartir zapatos, uniformes y vasos de leche, los que además se entregaban a destiempo y sin pagar a talleres y artesanos que los elaboraron”. El más crudo racismo y el desprecio hacia los más humildes y familias más vulnerables receptoras directas de estos beneficios.
Es simplemente el oponerse a todo, calumniar y atacar los programas sociales de los dos gobiernos del FMLN. Los regímenes de Arena nunca se preocuparon de atender a las familias más vulnerables; pero si estos proyectos los hubieran realizado, hubieran recibido las bendiciones y grandes desplegados noticiosos de El Diario de Hoy.
No estamos pidiendo a este medio de publicidad publicar o decir sólo “cosas verdaderas”, pues ello puede producir una imagen falsa de los acontecimientos a los ojos del lector. Lo esencial es dar una imagen proporcionada del conjunto de los acontecimientos, el significado de la transformación educativa y no simplemente el techo de la escuela en el cantón Primavera.
Como bien dicen los textos clásicos, una noticia insólita, inédita, tiene prioridad en un periódico. La selección de noticias no puede, ni debe hacerse únicamente en función de la importancia comparada de los acontecimientos, sino igualmente, en función del carácter inédito de la noticia. La verdad, señor director, nos hará libres.