Ramón D. Rivas*
Muy buenos y alentadores resultados ha tenido la semana recién pasada el Pre Congreso de Cultura Viva Comunitaria, there que forma parte de los esfuerzos preparatorios para el magno evento que representa para nuestro país y Latinoamérica la celebración del II Congreso de Cultura Viva Comunitaria que se realizará entre el 28 y el 30 de octubre del presente año en la Universidad de El Salvador. En ese evento, store vale mencionar, se entregó a los participantes un importante número de la Revista Cultura. En este número especial de la Revista Cultura se ha incluido un dossier sobre la Cultura Viva Comunitaria. Y desde la Secretaría de Cultura de la Presidencia se ha hecho porque estamos conscientes del gran rol y de la gran importancia que la cultura viva comunitaria representa y puede llegar a representar en nuestro país. Diferentes teóricos latinoamericanos que son referentes continentales de este fenómeno cultural, escriben en la revista, entre ellos Celio Turino con un importante ensayo que es a su vez un programa de acción, “Cultura para unir pueblos”, pero también son importantes los aportes de la argentina Inés Sanguinetti con su trabajo “Arte y creatividad en la escuela: Hackeando la educación desde la Cultura Viva Comunitaria” o la costarricense Oriana Ortiz Vindas con su ensayo, “Cultura viva comunitaria: educando para una sociedad más solidaria”. Sin embargo también se incluyen en este dossier dos esfuerzos de nuestros compatriotas sobre la cultura viva comunitaria, en este sentido es de especial mención el ensayo del maestro César Pineda, “El desarrollo humano, centro del movimiento de cultura viva comunitaria en Latinoamérica”, así como el trabajo de Oscar Soles, “Al encuentro del alma popular, consejos comunitarios de arte y cultura”. Sin más, este compacto corpus, donde se aborda desde diferentes aristas la cultura viva comunitaria nos da una visión muy atinada sobre el estado de la discusión y del debate, sobre los aportes y los avances de la cultura viva comunitaria tanto a nivel continental como a nivel nacional. Y es que lo que sí queda evidente en todo este paisaje teórico, escrito desde una praxis de muchos años, como es el caso del brasileño Celio Turino o del salvadoreño César Pineda, es que estamos ante un nuevo fenómeno que trata de expresar en todas sus formas la diversidad cultural y la heterogeneidad cultural de nuestros pueblos, que es precisamente una de las grandes riquezas que poseemos como naciones latinoamericanas y que son señas identitarias que nos sirven para afianzar nuestras raíces, para evaluar más sobriamente nuestro pasado y nuestro presente con vistas a forjar un futuro mejor, el futuro que todos deseamos para nuestros hijos y descendientes en El Salvador y Latinoamérica. La cultura viva comunitaria, vistas así las cosas, se vuelve parte indisoluble de nuestra misión y visión, toda vez que hemos planteado que la cultura debe de ser un eje transversal en todas las actividades y planes de nuestra agenda de nación. Y ello nos atañe de manera muy específica a nosotros como Secretaría de Cultura de la Presidencia, si tenemos en cuenta que contamos con una red nacional de Casas de la Cultura, de 152 casas de la cultura, que son una infraestructura de primer orden para la promoción y desarrollo de la cultura nacional con el objetivo supremo de que la cultura se convierta en el pan cotidiano de la nación salvadoreña. Estamos conscientes del gran papel que en nuestra sociedad y en nuestros difíciles tiempos la cultura viva comunitaria puede jugar, sobre todo en el desempeño de una función clave como es la de disputar el territorio a los antivalores y la alienación consumista que han minado las mentes y la vida de nuestros jóvenes y ante lo cual debemos responder convirtiendo el accionar cultural y propagando el amor al arte y a las expresiones artísticas en todas y cada una de las comunidades donde no hay, en la actualidad, espacios para promover el arte y la cultura. Hasta ahí debemos de llegar, es el gran reto que se nos plantea, para guiar a los adolescentes, a los jóvenes, pero también a los adultos y a los ancianos, hacia el terreno fértil de la cultura viva comunitaria, de diferentes y múltiples formas que van desde la promoción de cines fórums, las representaciones teatrales, los talleres de poesía y de cuentacuentos, la lectura de recitales de poesía infantil, las conferencias sobre el respeto y cariño al medio ambiente, la mejor utilización del agua, los conciertos de música juvenil, las caravanas de teatro, circo y música, etcétera, etcétera. Es decir, que tenemos ante nosotros un reto a la medida de nuestras posibilidades con el cual podemos demostrar toda nuestra capacidad e ingenio para fomentar una cultura viva comunitaria que llegue hasta los más apartados rincones de El Salvador. Y en este sentido tenemos muchas inquietudes y realidades que nos van a ser de gran utilidad. Pues El Salvador, al igual que Latinoamérica, es, culturalmente hablando, una heterotopía, es decir, un topo, un territorio, un escenario, donde convive una diversidad de culturas y de símbolos, cuya riqueza es de gran provecho para el accionar cultural. Ejemplos concretos los hallamos por decenas en nuestro país, con solo trasladarnos de las fiestas de Semana Santa en Metapán, Los Emplumados de Cacaopera, Los Chapetones de Panchimalco, hasta el Carnaval de San Miguel, pasando por la fiesta de la Piña en Santa María Ostuma o por la Bajada de El Salvador del Mundo en las ferias de agosto en San Salvador. Pero hay más… Como vemos, se trata de una diversidad cultural cuya característica principal es la inclusión y cuya seña de identidad es que se trata de una cultura viva que se genera, se desarrolla y se concretiza desde abajo, en una dinámica propia que se reproduce horizontalmente. Ahí es precisamente donde tenemos la obligación de estar, de interactuar y de ser consecuentes con la praxis de una cultura viva comunitaria. Este pre congreso ha dado la pauta y ha hecho ya reflexionar y a la vez planificar ese magno evento que en octubre del presente año se llevara en nuestro país y que es el II Congreso Latinoamericano de Cultura viva Comunitaria. Enbuenahora.
*Secretario de Cultura de la Presidencia