Autor: Leidys María Labrador Herrera
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Nadie pone en duda que el próximo 24 de febrero será un día trascendental. La enorme responsabilidad del pueblo cubano en la legitimación de una nueva Carta Magna quedará demostrada una vez más en esa jornada, marcada ya por la grandeza de la historia.
Sin embargo, el logro del objetivo cimero, que no es otro que un referendo con calidad, transparencia y apego a la ley; depende también de la fortaleza de un sistema electoral que ha acompañado siempre el sagrado derecho del sufragio, y que hoy asume el compromiso de conducir por pasos certeros la votación de cubanos y cubanas.
Durante los últimos meses, las autoridades electorales a todos los niveles han trabajado intensamente para que este nuevo ejercicio democrático esté a la altura de cada uno de los pasos que le han antecedido. Es por eso que, con el fin de engranar definitivamente todos los componentes del sistema, se desarrollará, este domingo 17, la prueba dinámica.
Una prueba dinámica es un ejercicio que moviliza los medios y recursos y en el que actúa todo el personal que interviene el día de las votaciones. La prueba dinámica es un ensayo, donde los únicos que no están presentes son los pioneros y los electores. Por todo lo demás es el vivo reflejo de lo que va a ocurrir el 24 de febrero.
Así define Martha Rodríguez Martínez, presidenta de la Comisión Electoral Provincial (CEP) de Las Tunas, el ejercicio que tendrá lugar el próximo domingo. Como máxima autoridad electoral de dicho territorio y con experiencia en esta responsabilidad, sabe que del resultado del mismo dependerá también en gran medida el éxito del 24 de febrero.
«Es una fortaleza, porque permite una mayor capacitación y preparación de nuestras autoridades electorales y la identificación de aquellos aspectos que pudieran afectarnos el día de la votación. Esta prueba le da también mayor tranquilidad y seguridad a todos los electores para ejercer su derecho al sufragio, porque proporciona detectar a tiempo las deficiencias, en un plazo de 72 horas darle tratamiento a esas problemáticas y construir un plan de medidas para el inmediato seguimiento a todo lo que pueda constituir dificultad».
Aunque de acuerdo con la ley, las mesas electorales toman posesión de sus cargos el propio día de las elecciones, sus miembros ya están designados y eso les otorga un alto nivel de compromiso. Desde la mesa se desarrolla el contacto directo con el elector, desde allí se emiten los datos con que se construyen después las informaciones a todos los niveles. Por ello, desde la visión de Martha Rodríguez, desempeñarán también un papel importante este 17 de febrero.
«La prioridad de este ejercicio está en el funcionamiento de la mesa electoral. Desde allí se explica cómo ejercer el voto, emiten la información de los votantes y muestran la urna a la población, entre otras responsabilidades. Desde nuestro punto de vista, son ellos quienes ejecutan la labor primordial. A partir de las nueve de la mañana, van a desarrollar un ejercicio práctico con los folletos y modelos, ejercitarán cómo se hace el escrutinio, el conteo de los que votan, cómo se llenan los partes, la utilización del mensajero para que el parte llegue a tiempo a la comisión de circunscripción. Y algo vital, se define con claridad la función de cada uno de los cinco miembros de la mesa.
«Es válido destacar que aunque no se incumplan los requisitos que se miden en la prueba dinámica, sí se realiza un profundo análisis una vez concluida ésta. Porque quizá no se detecta un problema en sí, pero los participantes consideran que pudieron ser más ágiles en el procesamiento de la información, o que debieron prever determinada circunstancia. Esto parte también del sentido de pertenencia que tenga cada una de nuestras más de 8 000 autoridades electorales», asegura la Presidenta de la CEP en Las Tunas.