Londres / AFP
Jean-Baptiste Oubrier
El gobierno británico dio el martes luz verde a una participación limitada del grupo chino Huawei en el desarrollo de su red de internet móvil 5G, ignorando la presión de Estados Unidos que dijo estar «decepcionado», pocos días antes de Brexit.
Este desacuerdo podría complicarle las cosas a Londres que, tras salir oficialmente de la Unión Europea el próximo viernes por la noche, comenzará a negociar un vasto acuerdo de libre comercio con Bruselas y otro con Washington.
«Los proveedores de alto riesgo serán excluidos de las partes ‘centrales’ sensibles de las redes 5G», informó el ministerio encargado del sector digital.
El comunicado no mencionó específicamente al controvertido gigante de las telecomunicaciones chino, pero Huawei afirmó inmediatamente estar «tranquilizado por la confirmación del gobierno británico de que podemos seguir trabajando con nuestros clientes para continuar con el despliegue de la 5G» en el país.
«Estados Unidos está decepcionado por la decisión del Reino Unido», dijo a la AFP un responsable de Washington, para quien «no hay ninguna forma segura de que proveedores que no son de confianza controlen cualquier parte de una red 5G».
– Riesgo de espionaje –
Estados Unidos lleva muchos meses exigiendo a los países europeos, y en particular al Reino Unido, que excluyan a Huawei de sus redes, alegando sus estrechos vínculos con el gobierno chino y el riesgo de espionaje, que el grupo chino siempre ha negado.
Para limitar los riesgos para su seguridad, Londres permitirá a estos «proveedores de alto riesgo» participar en infraestructuras no estratégicas pero excluyéndolo de las áreas más sensibles por las que fluyen los datos de los clientes.
El gobierno también limitó su presencia al «35% en la periferia de la red, conocida como la red de acceso, que conecta los dispositivos y equipos a las torres de telefonía móvil».
Un tope que será «revisable para determinar si debe reducirse más a medida que el mercado se diversifica».
– Pompeo viaja a Londres –
Al autorizar la participación de Huawei aunque se de forma limitada, Johnson corre el riesgo de enojar a Washington en un momento en que el Reino Unido espera fortalecer sus lazos bilaterales de cara a la negociación posbrexit.
Sin embargo, el diario The Times le había llamado el martes a resistir la presión estadounidense.
«El Reino Unido no se está alejando de Bruselas para que ahora sea Trump quien le diga qué hacer», escribió en un editorial.
Los responsables estadounidenses no escatimaron esfuerzos para intentar que Londres se plegase a sus exigencias, entre reuniones a puerta cerrada y advertencias del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien calificó la inminente decisión británica de «capital».
Pompeo regresa a Londres el miércoles y el tema estará inevitablemente sobre la mesa en sus conversaciones.
El propio Johnson habló al respecto por teléfono el viernes con el presidente estadounidense Donald Trump.
– Pocas alternativas tecnológicas –
Johnson había advertido a mediados de mes que existen pocas alternativas a Huawei, dado que tiene una ventaja tecnológica sobre sus dos principales competidores, Nokia y Ericsson.
Además, si se excluyera al grupo chino sería necesario eliminar sus estaciones base de la existente infraestructura 4G, lo que sería costoso e impactaría en las facturas de los clientes además de retrasar el paso a la 5G.
Los servicios de seguridad británicos aseguraron repetidamente que es posible trabajar con el fabricante chino sin comprometer la seguridad.
Sin embargo, la apertura a Huawei preocupaba a algunos en el Parlamento de Westminster y dentro del gobierno.
Por ejemplo, el diputado conservador Tom Tugendhat, presidente del comité de política exterior, advirtió que sería como «introducir el zorro en el gallinero».
Australia y Japón siguieron el ejemplo de Estados Unidos prohibiendo el uso de Huawei, pero los países europeos, todavía indecisos a la hora de elegir a los fabricantes de las futuras redes 5G, parecen divididos.
Por su parte, la mayoría de los grandes mercados emergentes, liderados por Brasil e India, están abriendo sus brazos al fabricante de equipos chino.