En el siglo XX diversas disciplinas del conocimiento acuñaron el concepto “masa” o “masas”, no solo para explicarse o identificar a un conjunto social, sino, hasta para cómo instrumentarlo.
Pero fue el sociólogo francés Gustave Le Bon (1841-1931), quien acuñó y por tanto definió, por primera vez, el vocablo Masa para describir a “una agrupación humana con rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestabilidad, contagio emocional, imitación, sentimientos de omnipotencia y anonimato para el individuo”.
En Comunicaciones, por ejemplo, tanto los teóricos de la escuela de los Estados Unidos, conocida como la Mass Comunication Reserch, como los estudiosos de la teoría crítica, conocida como la Escuela de Frankfor, influenciada por el marxismo, en cuanto a sus teorías de los medios, cuando se refieren al pueblo en tanto consumidores de mensajes hablan de masas.
Y en esa concepción se desarrollaron varias teorías, una muy famosa y estudiada en las distintas universidades en periodismo o comunicación es la famosa teoría de la “aguja hipodérmica”, como produjo una variedad de modelos para explicar los efectos de los mensajes en “las masas”. Conforme iban apareciendo nuevas inquietudes de investigación, fueron apareciendo nuevas teorías, por ende nuevos modelos, pero siempre en términos de masa.
Con el aparecimiento de las redes sociales, por ejemplo, a finales del siglo pasado y principios del presente, se dejó de hablar de masa, y se ha acuñado el concepto de “multitudes”, mientras que en política y sociología prefieren hablar de “Ciudadano” y “Ciudadanía”.
La teoría de la Aguja Hipodérmica se resumía así: “si una persona es alcanzada por la propaganda, puede ser controlada, manipulada, inducida a actuar” (Mauro Wolf, en La Investigación de la Comunicación de Masas.., 1991, pág. 29).
Esta teoría, se suponía, estaba superada por muchos factores, entre ellos, la supuesta desaparición del concepto de masas.
No obstante, si hacemos un “paneo” en el espacio físico o virtual, del comportamiento de nuestras multitudes, ante un mensaje físico o por medio de un tweet, fácil podemos concluir que hemos vuelto a los años 20 del siglo pasado, por tanto concluir que estamos ante la presencia nuevamente de las masas, y por supuesto, sus subsiguientes consecuencias.