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El respeto a la moral

Salvador Ventura

El Diario de Hoy, treatment lo hemos dicho tantas veces, seek no es exacto ni veraz en sus informaciones y comentarios, se equivoca de principio a fin al ligar sus mensajes a la agenda partidaria de Arena, creyendo con ello socavar la buena marcha del gobierno y confundir y engañar a sus lectores con su prédica constante de odio y calumnias.

En su editorial del pasado 13 de octubre de forma perversa editorializa: “El régimen está intentando montar las estructuras antidemocráticas para socavar instituciones y la legalidad, el equivalente a los tribunales populares, las persecuciones y difamación, los comités de vigilancia”. En este país existen plenas libertades, hasta para difamar como acostumbra este medio.

Al director de El Diario de Hoy le molesta profundamente la organización y movilización de las organizaciones sociales (“chusma” para él) en demanda de la aprobación de una Ley de Aguas, el rechazo a la minería y más; pero de manera demagógica apoya a un grupito de médicos de los hospitales Rosales y Zacamil en sus irracionales reclamos al gobierno.

Es decir, los sindicatos “son buenos” cuando se movilizan y protestan contra las buenas obras del gobierno; pero son “chusma” cuando exigen mejores prestaciones sociales y económicas a la patronal o por los grandes temas de nación como el apoyo a la niñez, la condena de los ex funcionarios corruptos de Arena y más.

El director de este medio habla de “actos arbitrarios y truculencias del partido en el poder”, al tiempo de mentir al decir “vamos a pasar por encima de lo que se nos oponga para construir el socialismo”. Ninguna de las medidas y obras ejecutadas por el gobierno se hacen fuera de la Constitución y el Estado de Derecho.

El Diario de Hoy frecuentemente publica hechos aislados fuera de contexto con el perverso propósito de confundir y engañar. Le reiteramos al señor director la necesidad de ser exactos a propósito de los hechos, ubicados en el medio “de las circunstancias que lo rodean” y no por capricho o afán de distorsionar o mentir.

El aludido director se va quedando rezagado, sin argumentos para sostener sus falacias y por ello calumnia el afirmar que “hasta el momento la discusión de la problemática nacional se ha llevado en los cauces usuales aunque echando mano de la compra de voluntades políticas y de una masiva propaganda oficialista para respaldar medidas de hecho…”

Es lamentable acudir a la distorsión, manipulación y mentiras para sostener una tesis: este gobierno hasta ha aprobado un decreto para lograr austeridad en el gasto público en todos los ministerios e instituciones autónomas, hay una mínima publicidad de las obras y un racional gasto en combustible, viáticos, viajes y papelería.

Los medios de difusión son de alguna manera tribunas donde el público pueda intercambiar comentarios y críticas, que en sus columnas o espacios de opinión se puedan confrontar todas las opiniones. Sin embargo, lejos de ello, El Diario de Hoy se ha constituido en una trinchera para atacar al gobierno y defender posiciones alejadas de la realidad política.

Si este medio de difusión lejos de defender intereses minoritarios y peligrosamente compartir una agenda partidaria con Arena, cumpliera el verdadero rol de un medio de comunicación, como es explicar mejor al público los fines y los valores fundamentales de la sociedad, le festejaríamos y felicitaríamos por sus acertadas decisiones.

El director de El Diario de Hoy no es un educador ni siquiera cumple con las mínimas normas estipuladas para un verdadero periodista como es ceñirse a la ética y la conducta profesional para exponer los hechos y los comentarios con exactitud y dejar al público sacar sus propias conclusiones. Y es contradictorio en sus mismas apreciaciones, pues al hablar del “bien común” sostiene “es posible, pero sólo cuando los que participan no están cegados por ideas preconcebidas, no se creen dueños de la verdad”. El burro hablando de orejas, el señor director no acepta el debate y desde hace muchos años se considera el máximo exponente de la verdad y el conocimiento.

El periodista, en este caso el director, debe tener la conciencia de su responsabilidad, como el propietario de El Diario de Hoy no la posee, está traicionando su profesión y sobre este punto no hay atenuante alguno ni explicación alguna, es más falta permanentemente a las normas de la ética y el honor.

Una recomendación más, a sabiendas que el saco está roto: es necesario ser sincero y exacto y sobre todo los títulos de una noticia o un comentario deben reflejar su contenido, además debe ser leal, no se puede violar la intimidad de las personas con el fin de obtener informaciones sensacionales. Debe respetar la moral.

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