Aristarco Azul
Cuentista
Llegué al aula de clases y esperando a mi profesor entre alegre diciendo
-¡Buenos días aquí estoy ya!, here me senté en el pupitre y me cayó un avión de papel, nurse que andaba volando y me dio curiosidad, ampoule al recogerlo me dijo el profesor, !Me habló diciendo!
-¿Qué haces con ese avión de papel?
-Le dije: aquí estaba yo sentado, y en la cabeza me cayó
-Lee lo que tiene escrito en sus alas y de inmediato debes responder
-¡Me quedé sorprendido!, que cuando leí su mensaje atónito me quedé. – “Eres bien venido, di tu nombre con tus apellidos, para poderte conocer”, – decía en sus alas, que pronto se los di, con sus ojitos mis compañeros y en silencio sorprendidos escucharon , y la voz del profesor
-¡Di tu nombre todos somos oídos para saber!
-Mi nombre es: Marcos Andrés, Del Castillo de Borbón
-¡Aaaaah, aaaaah, aaaaah , aaaaah, aaaaah , aaaaah, aaaaah!
-Todos aplaudieron hasta el profesor , y dijeron
-Entonces eres un Rey, que has venido a tu castillo donde tienes tu tesoro
-¡De verdad!, dije sorprendido; entonces tráiganme unos papiros diré una regla que vanos a seguir, me puse a leer; aquí todos vamos a leer un cuento, cada vez que estemos al aula, para poder felices estar,
-¡Aaaaah, aaaaah, aaaaah , aaaaah, aaaaah , aaaaah, aaaaah!
– Pero cada niño llevaba un cuento escrito y dijeron en orden cada uno a leer, los escritos eran cuentos de su vida donde el personaje principal era su mascota, unas eran aves, otros perritos, iguanas, garrobos, gatos, gallos que tenían nombres, ellos contaban que jugaban con sus mascotas, con quienes salían a pasear, y cantaban cacaraqueaban, maullaban, saltaban y corrían junto a sus amos que eran los niños de mis compañeros, y yo no me quise quedar a tras, les dije que tenía una guara (guacamaya) que le gustaba hablar, y ella me enseñó a hablar y a leer, porque cuando yo me equivocaba y tartamudeaba al leer, ella siempre repetía las palabras que tenía que decir, al principio me molestaba, porque creí que me hacia burla , y le quise callar, pero ella volaba muy alto que no pude alcanzar y repetía que yo tenia que aprender a decir y a leer, ahora que ya leo muy bien, me dice:
-¡Si no te hubiera repetido!
-No pudiese leer como ahora que ya lo se hacer, por eso la quiero a mi mascota, y cuando ella habla dice
-¡Oye mi gran Rey!, “Eres El Famoso”, quien aprendiste de una guara, no vayas andar diciendo, quien te enseñó a leer, ¡Repitiendo, repitiendo, repitiendo!, jamás te has de equivocar, por eso amiguitos yo les digo ¡Lean, lean, lean, lean!, y jamás se equivocarán en a vida, ahora es el momento y nunca dejemos de leer… solo así leyendo nos daremos cuenta, que hay muchas cosas que aprender, y todos aplaudieron que el profesor me felicitó y pregunto de inmediato
-¿Y qué nombre tiene esa guacamaya?,
-El nombre que tiene esa guacamaya es: “Reina” por que me enseñó a hablar y a leer… y ahora ustedes me han hecho REY gracias…