Madrid/dpa
El rey Juan Carlos de España abdicó hoy en su hijo, look el príncipe Felipe, nurse tras 39 años de reinado y en medio de una crisis de imagen sin precentes de la Corona española.
«Quiero lo mejor para España, buy viagra a la que he dedicado mi vida entera», dijo el monarca, de 76 años, en un mensaje a la nación emitido por la televisión pública. «Una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista».
El príncipe Felipe «encarna la estabilidad», dijo de su hijo, de 46 años. «Tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesario para asumir la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza».
El rey presentó hoy su renuncia al presidente del gobierno, Mariano Rajoy. Pero la proclamación de Felipe VI tardará aún unos días en llegar porque la abdicación no está regulada en España y el Ejecutivo tiene que aprobar una ley que después tendrá que ser refrendada por mayoría absoluta en el Parlamento.
Felipe VI se enfrentará al reto de revitalizar la monarquía, que atraviesa la peor crisis en la historia de la España democrática. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal) daba hace un mes un suspenso claro a la institución, con un nota de 3,72 sobre 10.
«Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura está demandando», manifestó el monarca.
El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, elogiaron su trabajo en los 39 años de reinado.
Fuerzas republicanas como Izquierda Unida (IU), el tercer partido de ámbito nacional, y Podemos, la nueva formación que en las elecciones europeas se colocó en cuarto lugar, exigieron la convocatoria de un referéndum para que los españoles elijan entre monarquía y república.
La crisis de la Corona española comenzó en abril de 2012, cuando los españoles se enteraron, por la caída en la que se rompió la cadera el rey, de que en uno de los peores momentos económicos de España Juan Carlos estaba de lujosa cacería en Botsuana con una «amiga».
A ello se une el proceso judicial por corrupción contra el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, y la imputación en él de la propia hija del rey, que en febrero de este año fue interrogada por un juez.
La situación que vive el país desde hoy carece de precedentes, ya que Juan Carlos ha sido el único rey de la etapa democrática que arrancó con la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 y cuya transición pivotó en buena parte sobre el monarca.
Mucho se especuló con la renuncia de Juan Carlos en los últimos años, mientras la imagen de la monarquía caía en picado, su salud se resentía e ingresaba en el quirófano en varias ocasiones. A la vez, la crisis económica y política del país pasaba también factura a la imagen de la Corona. Y en paralelo iba subiendo la valoración del príncipe Felipe en las encuestas.
Pero la abdicación no se esperaba ahora, después de que la casa real rechazara en reiteradas ocasiones que el monarca pensara en retirarse. Y la convocatoria urgente a la prensa en la que Rajoy hizo el anuncio tomó al país por sorpresa esta mañana.
El rey está «convencido» de que es el mejor momento para que se dé el cambio «con toda normalidad» en la jefatura de Estado con la transmisión de la Corona a su hijo, manifestó el jefe del gobierno.
«Estoy convencido de que los españoles sabremos escribir esta nueva página de nuestra historia en un clima sereno, con tranquilidad y agradecimiento a la figura de su majestad», dijo.
La decisión de dar un paso atrás en favor de su hijo la tomó el 5 de enero, señaló, al cumplir los 76 años, y una vez superada su última operación de cadera, que fue en noviembre. A finales de marzo se lo dijo a Rajoy y pocos días después al líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
Juan Carlos fue proclamado rey de España el 22 de noviembre de 1975 dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco. Contribuyó decididamente a la transición democrática y se ganó la legitimidad entre los españoles al hacer fracasar el intento de golpe de Estado de 1981.
«Renuncia al trono una figura histórica tan estrechamente vinculada a la democracia española que no se puede entender la una sin la otra. A todos nos deja una impagable deuda de gratitud», dijo hoy Rajoy.
Las miradas se dirigen ahora a Felipe. «Su preparación, su carácter y la amplia experiencia en asuntos públicos que ha ido adquiriendo a lo largo de los últimos 20 años constituyen una sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas más exigentes», dijo de él Rajoy.