Rodman R. Clayson (No. 3 último)
Pasado Gran Maestro de la Gran Logia de Habla Hispana para las Américas
De la Revista El Rosacruz, Verano de 2012
El Hombre es Dios
En antiguos rituales encontramos esto como lo que es una parte de la promesa Rosacruz: “El Hombre es Dios e hijo de Dios y no existe otro Dios más que el Hombre. Lo anterior tiene un significado místico y no debe tomarse literalmente. El escritor Max Muller escribió: “nunca ha existido un falso Dios, ni tampoco ha habido realmente una falsa religión, a menos que llamemos a un niño un falso hombre”.
Cuando los llamados paganos hacen oración frente a un ídolo o lo veneran, no están venerando a un falso Dios, sino más bien a una falsa interpretación del único y verdadero Dios, que ellos tratan de idealizar, de interpretar y para ellos es el Dios de sus corazones. Como Rosacruces, nosotros decimos que el hombre es la reflexión, la verdadera imagen y semejanza de Dios. Reflejada de Dios a nosotros se halla la Divina Inteligencia y fuerza creadora.
Muy a menudo el razonamiento y pensar objetivo, vienen a ser tan complejos que es bastante difícil para el hombre darse cuenta de las relaciones entre el alma y Dios; sin embargo, por medio de una constante evolución, del esfuerzo y deseo de comprender, el hombre eventualmente realiza su propia naturaleza espiritual.
Debido a su falta de comprensión, el hombre ha temido a Dios durante siglos, asignándole atributos y funciones que le han parecido lógicos a su magna inteligencia. Al paso del tiempo, sin embargo, un gran número de hombres y mujeres han aprendido a disfrutar del entonamiento, con la consciencia o conocimiento de Dios y esto ha modificado sus hechos y pensamientos. Por medio de dicho entonamiento, cada suceso de la vida, una más aguda realización de la habilidad para hacer frente a los problemas de la propia vida. A medida que la consciencia del alma en el hombre se desarrolla, su personalidad evoluciona, manteniendo su comprensión y consciencia en armonía con Dios. La comprensión de Dios por el hombre, continuará evolucionando con su alma consciente hasta que finalmente él llegue a ser plenamente identificado con su dualidad con Dios.
Sin evolución, nunca podrán la mente y consciencia del hombre llegar a la perfección y a su completo desarrollo, porque tan pronto como el hombre logra un alto grado de desarrollo e inteligencia, él crea nuevas y maravillosas condiciones, las cuales deben ser analizadas y comprendidas. Por lo tanto, el hombre se encuentra siempre comprometido, en el proceso de alcanzar un estado de mayor elevación y al mismo tiempo, aumenta el grado de perfección que es capaz de percibir y que permanecerá como una meta.
Modo propio de invocar a Dios
Aun cuando es valioso hacerlo, no es necesario para el místico asistir a una iglesia con el propósito de invocar la presencia de Dios. Es ahí donde descansa el gran valor del misticismo, porque mediante nuestras enseñanzas hemos aprendido que Dios está eternamente dentro de nosotros y depende de nosotros, individualmente el percibirle, abriendo las puertas del yo interno.
Por lo anterior, entonces hemos aprendido que la Antigua y Mística Orden Rosacruz, AMORC, no es una organización religiosa. Es de notarse, particularmente, que el Rosacrucismo es diferente a la religión en cuanto a que trata, tanto del aspecto físico, como del espiritual del hombre. la fe del Rosacruz está en él mismo. Nosotros no efectuamos actos de culto en ninguna iglesia; en cambio, inclinamos nuestras frentes ante la contemplación de la obra maravillosa del Creador. Nosotros no solamente creemos en un Supremo Poder Divino, sino que aprendemos a participar de este Poder. Nuestra filosofía no es religiosa, sino más bien espiritual y nuestros esfuerzos están dedicados a la aspiración de un ideal que es el Dios de Todos.
El Rosacruz es un místico y el misticismo, le proporciona los medios para elevarse sobre las condiciones físicas, llevando al “yo” a un real entonamiento con Dios. Nosotros decimos que conocer a Dios, es vivir en Él.