Los cubanos residentes formaron parte de esta iniciativa y expresaron su rechazo a la política hostil y genocida de asfixia económica que los Estados Unidos Unidos aplica hacia Cuba desde 1962 con el objetivo de derrocar la Revolución y cambiar el orden económico, político y social.
Desde unos 60 países de varios continentes, miles de voces solidarias se alzaron por Cuba y su pueblo, principal víctima de la política agresiva estadounidense. El mundo clama por Puentes de Amor y hermandad.
El embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos hacia Cuba (también conocido como «bloqueo») fue impuesto sobre la venta de armas por primera vez el 14 de marzo de 1958, durante el régimen dictatorial de Fulgencio Batista. La segunda vez fue en octubre de 1960, como respuesta a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de los ciudadanos estadounidenses en la isla por parte del nuevo Gobierno Revolucionario tras la derrota del dictador y toma del poder de Fidel Castro.