Madeline Salamanca
@DiarioCoLatino
El Salvador obtiene el octavo lugar en la lista de 23 países importadores de desechos plásticos provenientes de Estados Unidos (EE. UU.), según Basel Action Network (BAN). En 2020 el índice de basura plástica trasladada a territorio salvadoreño se aproximó a 8 millones de kilogramos, para el 2021 la cifra aumentó a 13 millones, a nivel latinoamericano solo México importa más plástico que El Salvador, de acuerdo con datos de la Oficina de Censo de Importaciones/ Exportaciones de EE. UU.
“Estamos haciendo historia, pero historia negativa. Siempre se ha importado plástico pero con este Gobierno se está incrementando dramáticamente. El estado que más exporta basura plástica es California, y El Salvador ocupa el tercer lugar de los que importan desechos plásticos de California. Lo lamentable es que este plástico se utiliza para generar energía, se quema en los hornos cementeros de Holcim”, comentó Ricardo Navarro, director del CESTA.
El Consejo Mundial de la Energía, en 2017, declaró que la incineración de residuos para elaborar energía a bajo costo es una tecnología útil siempre y cuando las plantas de combustión funcionen de forma adecuada y se controlen las emisiones generadas. “A algunos expertos les preocupa que los países sin legislación medioambiental o sin un cumplimiento estricto de la ley intenten ahorrarse dinero en la parte del control de emisiones. Y también está la producción constante de gases de efecto invernadero por la incineración. En 2016, los incineradores de residuos estadounidenses emitieron el equivalente a 12 millones de toneladas de dióxido de carbono, más de la mitad procedente de plásticos.”, detalló National Geographic en su iniciativa ¿planeta o plástico?
En 2019 la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley de Reciclaje para regular el tratamiento de residuos pero no prohíbe el plástico de un solo uso. “Al quemar plástico estamos generando dioxinas, que son de las sustancias más tóxicas que conoce la ciencia, ocasionan cáncer, anomalías congénitas, trastornos reproductivos y enfermedades bronquiales. El Gobierno debe investigar, el Ministerio de Ambiente no puede quedarse pasivo ante esta contaminación”, declaró Navarro.