@caricheop
El Presidente de la República, cialis Salvador Sánchez Cerén, se reunió con el Vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y sus homólogos de Guatemala, Jimmy Morales, y Honduras, Juan Orlando Hernández, para tratar temas de financiamiento del Plan Alianza para la Prosperidad que busca frenar la migración ilegal de menores hacía este país norteamericano.
El canciller Hugo Martínez, quien acompaña al Mandatario salvadoreño en la visita, informó que “el objetivo del encuentro con el vicepresidente Biden es afinar el primer desembolso de los $750 millones que Estados Unidos aprobó para El Salvador, Guatemala y Honduras en el marco de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte”.
“Vamos a ultimar detalles para comenzar la ejecución de esos recursos, pero también vamos a rendir un informe de lo que hemos avanzado ya en el Plan de la Alianza para la Prosperidad en cada una de nuestros países”, aseguró Martínez.
De acuerdo a su agenda, el jefe del Estado salvadoreño, posteriormente participará en la Cumbre sobre Energía Centroamérica-Estados Unidos-Caribe. Además, estará en una reunión con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, en la sede del organismo financiero.
Alianza para la Prosperidad
La iniciativa del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte fue impulsada por Estados Unidos y los tres países centroamericanos para estimular inversiones que generen empleo, así como fortalecer planes sociales y de seguridad con el propósito de contener la oleada migratoria hacia la nación norteamericana.
En 2015, los países del Triángulo Norte ( El Salvador, Guatemala y Honduras) acordaron los lineamientos que contienen medidas prioritarias para crear las condiciones de desarrollo que permitan el arraigo de la población en sus países de origen para frenar el fenómeno de las migraciones.
Entre las líneas estratégicas de acción de este plan están: dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas; desarrollar oportunidades para nuestro capital humano; mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia; y fortalecer las instituciones para aumentar la confianza de la población en el Estado.
El Congreso estadounidense aprobó el pasado diciembre, 750 millones de dólares para apoyar el plan, que los tres países centroamericanos impulsan desde 2014 a consecuencia de que ese año, recibieron a más 50 mil menores no acompañados procedentes de México, Honduras, Guatemala y El Salvador creando una crisis una migratoria.