San Salvador/Prensa Latina
Luego de alcanzar un alto nivel de seguridad, los salvadoreños aguardarán a partir de hoy el milagro económico aunque implique sacrificios o medicina amarga como lo calificó el presidente Nayib Bukele.
“Vamos a enfocarnos en los problemas importantes, empezando por la economía. En este nuevo tratamiento, quizás también hay que tomar medicina amarga, dijo el mandatario al asumir su segundo periodo de gobierno el 1 de junio de 2023.
En este escenario muchos se preguntan que les espera a los salvadoreños en 2025 donde, entre otras cosas, incidirá a política de nuevo presidente estadounidense Donald Trump quien asumirá en este mes con promesas de expulsar inmigrantes y apretar regulaciones comerciales.
No obstante, hay señales que para políticos salvadoreños son alentadoras como el anuncio del estadounidense de apoyar el ecosistema del bitcoin, para algunos, un activo especulativo y que poco aportará a los problemas económicos mundiales.
En la actualidad cuando la criptomoneda superó el umbral de los 100 mil dólares en su valor, el país posee seis mil 002 monedas de la reserva que superan los 650 millones en su valor, algo que pudiera ser promisorio, según sus promotores.
Justo después de sobrepasar por primera vez los 100 mil dólares a inicios de diciembre, el medio especializado Bloomberg reportó que los bonos salvadoreños mejoraron su apreciación en respuesta a los beneficios vistos por el Estado con la divisa digital.
Es un resultado, según la propaganda oficial, en momentos en que el país avanza hacia un mayor endeudamiento con un acuerdo por mil 500 millones de dólares por firmarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cabe destacar que como parte del plan económico para el período que corresponde de 2025-2029, Bukele anticipó que trabajará en tres frentes: la alimentación, la tecnología y la logística.
Su política de crear agromercados con mejores precios pudiera mantenerse en 2025, aunque muchos se peguntan hasta cuándo, en momentos en que el país registra retrocesos en la producción de alimentos y en la agricultura en general.
En cuanto a la tecnología, el mandatario anunció este eje en julio, al acompañar la inauguración del primer centro de datos llamado Data Trust, el cual fue ejecutado con una inversión inicial de 30 millones.
Asimismo abrió sus puertas a Google como parte del ecosistema de modernización tecnológica, un rubro que también vio la llegada de otras compañías de inteligencia artificial, cripto, ciberseguridad, big data, entre otras.
Importante en el reto económico será la concreción de un acuerdo con la empresa turca YILPORT Holding por mil 615 millones de dólares, que servirán para incrementar la capacidad operativa del puerto de Acajutla y reactivar el de La Unión.
En este último caso, algunos estiman que puede resultar, perspectivamente, en una relación de El Salvador con los BRICS, partiendo del viaje del vicepresidente Ulloa a Rusia durante el año último para impulsar las relaciones con ese país.
El Puerto Cortés en Honduras está conectado con el Puerto La Unión en El Salvador a través del Canal Seco, una vía interoceánica que permitirá la conexión entre el Atlántico y el Pacífico.
Ese acuerdo puede abrir nuevas oportunidades comerciales que contribuirán al crecimiento económico y a la consolidación de El Salvador como un referente logístico en la región.
Asimismo pudiera ser un enlace para el comercio de los BRICS y asociados de Asia (China, India, Indonesia, Malasia y Tailandia) con América Latina, un escenario por construir y en el que los salvadoreños pueden aportar.
Estos son solo algunos de los aspectos que pueden influir en que esta nación centroamericana alcance determinados niveles de desarrollo e impulse su economía.