Por Elder Gómez
Colaborador
@DiarioCoLatino
Como en los tiempos de la guerra civil, El Salvador amaneció este domingo con un Régimen de Excepción, para frenar una ola criminal que cobró la vida, en un solo día, de más de 60 personas.
Las extremas disposiciones aprobadas la madrugada del domingo por 67 de los 84 diputados que conforman el congreso salvadoreño, estarán vigentes durante 30 días, según el Decreto avalado por los legisladores y sancionado por el presidente Nayib Bukele y publicado este mismo día en el Diario Oficial.
Entre otras cosas, las medidas prohiben reuniones de personas, salvo que sean promovidas por iglesias o Asociaciones en los campos de economía, deporte y cultos, entre otros.
Sin embargo, el presidente, Nayib Bukele, escribió la mañana de este domingo, que «las medidas a tomar serán implementadas por las instituciones pertinentes y anunciadas solo cuando sea necesario».
La ola criminal que envolvió a El Salvador desde el viernes – en medio de la visita de inversionistas de bitcoin, moneda virtual de curso legal en este país centroamericano-, arrasó con la vida de 62 personas en solo 24 horas.
LOS OPERATIVOS
La policía y el ejército mantienen, desde el sábado, sendos operativos a nivel nacional, y han capturado a un número no precisado de cabecillas de pandillas, en un intento por frenar a los grupos delictivos, proliferados en El Salvador, desde mediados de los 90.
Las acciones policiales abarcaron la incursión a bares y restaurantes, y obligaron al cierre de muchos negocios en San Salvador, desde tempranas horas del sábado.
EL PRIMERO DESDE EL FIN DE LA GUERRA
El Salvador no había vivido un Régimen de Excepción desde los tiempos de la guerra civil (1980-1992), donde los gobiernos de turno suspendían de tajo las garantías constitucionales, para combatir a los grupos revolucionarios, mayoritariamente compuestos por jóvenes.
Este es el primer Régimen de Excepción de la post guerra civil salvadoreña, ahora, para contener a miles de pandilleros que mantienen en zozobra a la población, principalmente, a la gente que vive en zonas populares o rurales.