Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El sociólogo de la Universidad de El Salvador (UES), Walter Fagoaga, indicó que, según un informe de Gallup, El Salvador se ha posicionado en el mundo como el país con la menor tasa de homicidios, pero con una tendencia a ser un Estado policíaco, donde se controla más allá que al delincuente, sino también al ciudadano tal como ha existido durante los tres años del Régimen de Excepción.
“Si se aplicó el Régimen de Excepción es porque había una crisis social, al dejar el régimen con más tiempo del que tuvo que ser se logró tener un cierto control, pero extenderlo sin tener una justificación puede ser cuestionable”, enfatizó.
Consideró que el problema se da cuando ese régimen es prolongado sin controles, sin buscar su fin, y se envía hacia donde no debe estar, porque el régimen tiene el fin de llevar al orden público.
Señaló que en estos tres años de la medida se han perdido los derechos constituciones, aunque es destacado y positivo la reducción de la delincuencia, donde las personas no podían salir de sus comunidades ahora sí, pero en realidad no solo han capturado a los pandilleros, sino a la población inocente, sin ningún vínculo con grupos criminales.
A criterio del sociólogo, si ya está el orden público, ha disminuido la capacidad de las pandillas y ya no son ellas quienes gobiernan en las calles, no tiene sentido mantener y extender por tanto tiempo el Régimen de Excepción.
“Cuando capturaron a los delincuentes y pandilleros la gente se sintió feliz y tenía razón si ésta es una plaga, pero comienzan a ver que no eran solo a ellos, sino en buena parte a gente inocente, El Salvador fue gobernado por las pandillas y mafias, pero ha llegado a convertirse en una forma de gobierno donde los derechos del ciudadano están limitados”, aseguró.
Según Fogoaga, si no se atacan las causas que provocan la violencia se corre el riesgo de reproducirla nuevamente en el futuro; si no se crean empleos, una economía fuerte para el país y mejor educación, siempre existirán los mismos problemas.
“El problema es que cuando el control es demasiado fuerte y no hay sistemas que lo limiten, se puede abusar del poder, y eso es lo que se critica, porque de 80 mil capturados hay personas que no deben estar encerradas, aquí la operación de la justicia tiene que llegar para que quienes deben algo estén en la cárcel y quien no, que se salga libre”, recalcó durante el espacio Encuentro con Julio Villagrán.