@zorayaurbina
El “Grupo de Amigos de la Paz por Colombia”, thumb no rx conformado por personalidades del ámbito académico y político del país, help fue presentado ayer para apoyar el proceso de pacificación de la nación suramericana.
El objetivo de esta iniciativa, que lidera la Cancillería de Chile, es visibilizar el apoyo latinoamericano a las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según indicó el representante chileno, acompañante del proceso, Luis Maira.
Sobre la participación salvadoreña, dijo que El Salvador “es el primero de estos grupos de cinco países que están todos ellos avanzando positivamente para sumarle a este nuevo impulso, y nuevas formas de respaldo al trabajo que se hace ahora”. Al respecto, destacó la experiencia salvadoreña en la resolución del conflicto armado, tras una negociación que culminó con la Firma de los Acuerdos de Paz. Agregó que la experiencia salvadoreña marca precedente y “es el último proceso importante, exitoso y el más significativo en América Latina que precede al esfuerzo colombiano”.
A los miembros del grupo, les dijo que “la noticia que estamos concluyendo hoy día, el dato positivo de que El Salvador se organiza en un comité tan amplio como la patria misma, es lo que buscamos en cada país, que ningún sector político social productivo deje de sentir como propio esta gran tarea, cada uno con sus propias características cada uno con sus propios aportes. De modo que estoy convencido de que en la próxima reunión, en un par de semanas, de los diálogos de paz de la Habana (Cuba) la gente que está en la mesa va estar contenta y esperanzada por lo que ustedes aportan”.
El grupo salvadoreño está integrado por algunos de los firmantes de los Acuerdos de Paz: Nidia Díaz, Francisco Jovel, Eduardo Sancho, Alfredo Cristiani, David Escobar Galindo, Ana Guadalupe Martínez, Salvador Samayoa, Óscar Santamaría; asimismo, son parte del grupo, Héctor Dada, Fidel Chávez Mena, José María Tojeira, Amparo Marroquín, Miguel Sáenz Varela y William Alfredo Hernández.
En el evento participaron, Liduvina Magarín, Ministra de Relaciones Exteriores en funciones; Raúl Vergara, representante adjunto del Gobierno de Chile en las negociaciones; María Inés Ruz, Embajadora de Chile en El Salvador y quien coordina el grupo; asimismo, representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en el país, entre otros invitados.
Maira destacó que este es “el último conflicto interno que nos queda en América Latina”. Chile, junto a Venezuela, Cuba y Noruega apoyan las negociaciones para llegar a buen término el proceso.
Al respecto, el embajador colombiano, Julio Aníbal Riaño, explicó que la negociación, que las dos partes realizan en La Habana, Cuba, tenía cinco puntos a resolver: política de desarrollo agrario integral; participación política; fin del conflicto; solución al problema de las drogas ilícitas; víctimas e implementación, verificación y refrendación. “Cabe resaltar que el modelo de negociación adoptado por las partes es el de que nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
En este marco, en septiembre, se anunció que la mesa logró acuerdo en el establecimiento de un modelo de justicia transicional, sobre el fin del conflicto. “Aún se requiere llegar a un acuerdo con respecto a las víctimas del conflicto y en la implementación verificación y refrendación del acuerdo final”, agregó. Cuando se logre consenso sobre los seis puntos, se firmará el Acuerdo de Paz, que se espera se realice el 23 de marzo de 2016.
“Como colombiano raso, con el hondo latir del corazón”, el diplomático dijo que el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos es el “gran arquitecto de esta trascendental cruzada”, esfuerzo que toda su patria ha esperado por décadas. “Hoy más que nunca, nos llena de profunda alegría, esa alegría que da la juventud eterna del espíritu, la fe, que es la fuerza de la vida, de esa esperanza que nos describía con su pluma maravillosa nuestro extinto maestro, Gabriel García Márquez, porque todos somos protagonistas de Cien años de Soledad”, declaró
Aporte salvadoreño
De acuerdo a la diputada Nidia Díaz, Colombia fue un país que apoyó el proceso de paz salvadoreño; recordó que el ex presidente colombiano, Belisario Betancourt, presidió la Comisión de la Verdad, y el ex canciller de esa nación, Augusto Ramírez Ocampo fue el jefe de la misión de las Naciones Unidas que vigiló el proceso post conflicto, entidad conocida como ONUSAL. “Entonces cómo no tener solidaridad, no sólo moral, sino efectiva y por eso hemos aceptado estar en el grupo”, indicó.
Al respecto, la catedrática de la Universidad Centroamericana (UCA)José Simeón Cañas, Marroquín, expuso que “los Acuerdos de Paz no pasan solamente por la firma de estos, sino sobre todo, por de alguna manera trabajar por la paz en todo el período que viene después, es decir, la paz se construye después de la firma de los acuerdos a partir de la recuperación y la reconciliación del tejido social, del trabajo con las víctimas y del trabajo de recuperación y construcción de una memoria colectiva vinculada a los conflictos, a la guerra, la violencia. Entonces desde ahí vamos a intentar hacer algún tipo de aporte”.
Según Ruz, a partir de la presentación del grupo de amigos, se construirá un plan de trabajo con los aportes de todos. “El grupo ha señalado que ellos quieren, no solamente entregar su propia experiencia, sino que también quieren un poquito educar a las nuevas generaciones en lo que ha sido el propio proceso salvadoreño porque saben que cada proceso es una experiencia especial y que no hay recetas para construir la paz”, enfatizó.
En su discurso, el embajador colombiano agradeció la disposición de los salvadoreños. “Queridos amigos, los invito para que juntos hagamos realidad parte de las sagradas notas del Himno salvadoreño en pos de una venturosa paz y porvenir de nuestros pueblos: saludemos la patria orgullosos, de hijos suyos podernos llamar y juremos la vida animosos, sin descanso a su bien consagrar, de la paz en la dicha suprema siempre noble soñó El Salvador, y también Colombia”, concluyó.
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