Por: Nelson de Jesús Quintanilla Gómez
Sociólogo, Doctor en Ciencias Sociales y Profesor Universitario de la UES
El pensamiento en general es cualquier proceso mental, voluntario o involuntario, en el que, para relacionarnos con nosotros mismos o con el entorno, una serie de recuerdos, emociones, ideas y conceptos abstractos se relacionan entre ellos para formar nuestra visión de lo que nos rodea y actuar de forma acorde a los estímulos. Es decir, pensar es un acto natural para los seres humanos. Todos los días tenemos miles de pensamientos. Ahora bien, solo por estar pensando, no significa que estemos haciéndolo bien ni que todos nuestros pensamientos requieran de un razonamiento crítico, porque hacerlo sería demasiado agotador. En un mundo que| cambia con gran dinamismo, el pensamiento crítico se vuelve una habilidad central. Pensar críticamente no solo ayuda a generar una opinión personal fundamentada, sino que también ayuda a resolver problemas complejos de muchas maneras. (Gimenez, 2023)
El pensamiento crítico significa analizar cualquier situación imaginable con la voluntad de encontrar “huecos”, es decir, todo aquello que se nos puede estar ocultando. El pensamiento crítico es aquel en el que, de algún modo, sabiendo que no podemos encontrar una realidad universal, afirma que esta se encuentra a medio camino entre todas las realidades que se nos presentan. (Prieto, Los 24 tipos de pensamiento (y sus características), 2023). Además, el pensamiento crítico es la capacidad manifestada por el ser humano para analizar y evaluar la información existente respecto a un tema o determinado, intentando esclarecer la veracidad de dicha información y alcanzar una idea justificada al respecto ignorando posibles sesgos externos. Desde luego, el pensamiento crítico está muy relacionado con otras capacidades tales como la creatividad, la lógica o la intuición, permitiéndonos elaborar nuevas estrategias y formas de ver y percibir las cosas. Tener buena capacidad de pensamiento crítico nos ayuda a evitar el conformismo y a avanzar como seres humanos, evitando que existe un único modo de ver el mundo.
El pensamiento mágico es aquel tipo de pensamiento propio de los niños en los que se le otorga a objetos inanimados la habilidad de tener voluntad. Este pensamiento nace de la tendencia a creer que todo lo que nos rodea, incluso aquello sin vida, actúa con alguna intención, como las personas. Por ejemplo, cuando un niño cree que cuando los juguetes se rompen, mueren, está utilizando el pensamiento mágico. (Prieto, Los 24 tipos de pensamiento (y sus características), 2023). Es algo así como lo que ocurre con las focas que no piensan o piensan que los pajaritos vuelan porque tienen un motorcito que los impulsa o que los zopilotes hacen heces blancas porque toman leche. Además, el pensamiento mágico hace referencia a cuando pretendemos llegar a una conclusión de algo basándonos en algo que no tiene fundamento (fuerzas sobrenaturales), es erróneo o carece de bases científicas. En otras palabras, le atribuimos una causa o efecto a algo sin tener pruebas de esa causalidad.
Cuando nuestros antepasados no podían explicar algo debido a que no tenían las herramientas para hacer investigaciones, etc. solían interpretar de manera errónea la realidad. Quizás este pueda ser su origen. En otras palabras, como no sabían qué es lo que causaba algo se lo inventaban. Por ejemplo, hacían danzas para atraer la lluvia. Científicamente esto no guarda ninguna relación, pero a estas tribus el poder tener el control sobre la lluvia era algo que les reconfortaba. Desde luego, con el paso del tiempo esto se ha ido manteniendo a pesar de que tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios para poder hacer investigaciones o sacar conclusiones con métodos científicos.
Desde luego, el pensamiento no solo debe ser crítico, sino complejo y creativo. En este orden el pensamiento complejo es una macro competencia valiosa que los estudiantes y los futuros profesionistas deben desarrollar para enfrentar los retos actuales y futuros que tenemos como humanidad, en un mundo cada vez más Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo. Es decir, el pensamiento complejo un conjunto de habilidades cognitivas asociadas con el desarrollo del pensamiento integrador, o sea, a la capacidad de ver las partes de un problema como un todo. Como un sistema formado por elementos que interactúan entre sí, para la toma de decisiones argumentadas innovadoras y lo más objetivas posibles. En otras palabras, el pensamiento complejo atiende a cuestiones, tanto profundas como banales, como la preocupación por a dónde está yendo a parar la especie humana, los problemas sociales que van surgiendo cada década y cómo estos se pueden resolver con una adecuada educación.
Mientras tanto, el pensamiento creativo se trata de una habilidad clave para abordar la realidad de manera distinta, ya que es el motor para generar nuevos conocimientos. Quizá, este sea el motivo por el que, en la actualidad, sea una de las cualidades mejor valoradas por algunas universidades y centros educativos. Es decir, el pensamiento creativo es un proceso mental que combina la imaginación, la curiosidad, la flexibilidad, la exploración y la valentía para abordar problemas de manera diferente y encontrar soluciones novedosas. De ahí que sea una habilidad muy valiosa en la actualidad. Finalmente, el pensamiento creativo es la capacidad de procesar y reformular la información de maneras originales, flexibles y fluidas. Se utiliza en la producción de algo nuevo, en la modificación de elementos ya existentes o en la resolución de problemas de una forma innovadora.
A partir de lo anterior se hace necesario distinguir entre el pensamiento crítico, complejo y creativo del pensamiento mágico para analizar y estudiar la realidad social y luego construir alternativas de solución a la problemática diversa y a comprender este mundo de incertidumbres que en cada etapa histórica refleja elementos nuevos que es necesario develar para encontrar respuestas objetivas a los problemas sociales. El pensamiento mágico refleja una realidad seudoconcreta de la que muchos viven para engañar a los pobres.