San Salvador/Prensa Latina
La eliminación de la deuda política que financia a los partidos y la prohibición de la minería metálica convierten a El Salvador hoy en escenario de confrontación y a la vez polarizan la sociedad.
No es secreto que el partido Nuevas Ideas controla todos los resortes del poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a lo cual se suma que el aparato de seguridad, dígase Policía Nacional Civil (PNC) y Fuerza Armada, respaldan la política de su comandante en jefe, el presidente Nayib Bukele.
Es, sin dudas, un escenario complejo, que provoca recelos y hasta comentarios de que la agrupación cian, color que la identifica, y su líder trabajan para perpetuarse en el poder.
Las condiciones, presuntamente, están dadas pero, es así de real, se preguntan algunos al mirar encuestas y resultados de votaciones.
Por ejemplo, en las presidenciales de febrero de 2024 del 49 por ciento del total que votaron, el 84,6 por ciento de las boletas fueron a manos del presidente Nayib Bukele.
Eso esconde una gran abstención que quiérase o no es un cheque en blanco para el partido en el gobierno.
Visto en aspectos concretos, y pese a que encuestas de Gallup dan número superiores a siete en una tabla de 10 de apoyo a la gestión de Bukele, hay temas que llaman a la valoración.
Por ejemplo, una encuesta en línea del diario La Prensa Gráfica, pregunta:¿Cómo considera la iniciativa del gobierno salvadoreño de eliminar la deuda política a partidos?
Es una consulta que toca un aspecto medular en la política local, el financiamiento de las campañas.
Un 35 por ciento apoya la iniciativa, un 48 no la acepta y apenas 16 por ciento respondió que le da igual. Aunque el universo de participantes no es sustantivo y el resultado puede ser puesto en duda, es llamativo.
En semanas recientes, la atención de los salvadoreños, salvo la visita del secretario de Estado norteamericano, Marc Rubio, estuvo centrada en la labor de la Asamblea Legislativa, donde se impone la mayoría absoluta del partido cian más tres aliados. (57 de 60 votos).
Tras aprobar la modificación del artículo 248 que regulaba las opciones de reformas en tiempo y en dos periodos legislativos, el blanco más cercano y que evidentemente busca el gobierno, es la eliminación del artículo 210, sobre el financiamiento público a los partidos políticos.
Diputados de Nuevas Ideas presentaron el viernes por la noche ante el pleno de la Asamblea Legislativa la primera reforma a la Constitución de la República que aprobarían bajo el mecanismo rápido aprobado el 29 de abril de 2024 y ratificado el pasado 29 de enero de 2025.
«Derógase el Art. 210 de la Constitución», reza la reforma propuesta, en referencia al artículo que establece «la deuda política como un mecanismo de financiamiento para los partidos políticos contendientes, encaminado a promover su libertad e independencia».
Esa primera solicitud de reforma constitucional pasó a estudio de la Comisión Política, que se reunirá mañana martes 11 de febrero, algo que se considera un puro trámite pues debe ser ratificado por el plenario, probable en esta misma semana.
Hasta enero pasado, una reforma constitucional en El Salvador exigía la votación de dos legislaturas diferentes, proceso que requería la intervención de dos conformaciones legislativas. Eso ya es historia, pues el partido en el poder tiene un cheque en blanco, según críticos, para lo que más le convenga.
La oposición argumenta que la anulación de la deuda política es un pretexto para «trastocar la Constitución» de El Salvador y buscar perpetuarse en el poder, sin dudas algo que motivará controversia y más confrontación.
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