El Salvador ha aceptado que tiene crisis alimentaria grave dice ambientalista

Tomado de YSUCA

El legislativo aprobó, con 71 votos, la iniciativa que impulsará el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) para ejecutar diferentes planes estratégicos en materia de seguridad alimentaria y nutricional.

El acuerdo fue suscrito en 2023 y cuenta con un presupuesto de $132 millones de dólares, y con ello se implementará diversas acciones como el Plan Maestro de Rescate Agropecuario, el Plan de Despegue Económico, la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y el Plan de Desarrollo Social.

Adalberto Blanco, de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, dice que ratificar este acuerdo es reconocer de manera tácita que el país está en crisis alimentaria, en cuanto a la producción y el consumo.

Según lo que se ha conocido, el acuerdo suscrito también servirá para mejorar el acceso a alimentos saludables en escuelas, para que las comunidades aprendan técnicas de resiliencia alimentaria; además, de brindar oportunidades de empleo a más jóvenes en las comunidades.

Para el representante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, Adalberto Blanco, el acuerdo ha servido para hacerle ver al gobierno que haber quitado programas de alimentos escolares y otros apoyos como al agro ha sido un error.

Según la encuesta nacional de seguridad alimentaria del Programa Mundial de Alimentos, PMA, de junio de 2023, un poco más de un millón de salvadoreños (aproximadamente el 17% de la población) sufren de inseguridad alimentaria de moderada a severa.

Al menos 611 mil mujeres necesitan asistencia humanitaria debido a los efectos combinados de la inseguridad alimentaria, oportunidades de sustento limitadas, poder adquisitivo reducido y violencia de género.

El Salvador según datos de la Mesa por la Soberanía Alimentaria ha tenido retrasos en seguridad alimentaria, nutrición, igualdad de género, pobreza y seguridad.

El país es altamente vulnerable al impacto del cambio climático, que aunado al impacto socioeconómico de la pandemia del COVID-19, ha aumentado los retos en seguridad alimentaria, concluye Adalberto Blanco de la Mesa por la Soberanía Alimentaria.