Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
Ya sea que vayan por haber ganado la clasificación o por recibir tarjeta de invitación, El Salvador estará presente en los Juegos de Tokio 2021, con un total de cuatro atletas, siendo ellos Enrique Arathoon, de Vela; Andrés Mijangos, de atletismo y en natación con Marcelo Acosta y Celina Márquez. Cifra que de acuerdo a Wikipedia, es igual a la cantidad de atletas con las que El Salvador estuvo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Cantidad que según mi olfato de sabueso olímpico y por “algo” ocurrido en las últimas horas en el extranjero, podría bajar a tres, estableciendo un penoso récord salvadoreño con respecto a participaciones olímpicas en la máxima fiesta deportiva universal amateur. Esperemos, esperemos, es cuestión de pocas horas. En esto de las estadísticas, la mayor cantidad de atletas salvadoreños en Juegos Olímpicos fue en México 1968 con sesenta, cuando salvo algunas excepciones, la asistencia era directa o sea, sin clasificar.
Durante los últimos años y a raíz de las grandes cantidades de atletas turistas que significaban un alto costo para los organizadores y los consecuentes problemas logísticos por el alojamiento y transporte, el COI a través de las Federaciones Internacionales, comenzó a exigir marcas mínimas y a la par, pocas wild card o tarjetas de invitación. Medida que terminó con los atletas mediocres y al mismo tiempo, dio un salto de calidad a los juegos.
Ya en los tiempos modernos, la mayor cantidad de atletas clasificados y dos que tres tarjetas la llevó la gestión del Ing. Mauricio Samayoa al frente del COES con once en los de Pekín 2008, uno más que la de Los Angeles en 1984 en la presidencia de Rivera al frente. ¿Somos potencia?