Por: Nelson de Jesús Quintanilla Gómez
Sociólogo, Doctor en Ciencias Sociales
Ente el 3 y 8 de noviembre se llevó a cabo el Congreso Internacional ALAS 2024 en Republica Dominicana cuyo tema general fue “LA SOCIOLOGÍA EN TIEMPOS DE CRISIS E INCERTIDUMBRE, EL CARIBE Y LATINOAMÉRICA: UNIDAD EN LA DIVERSIDAD”. Además, el congreso contempla 31 Grupos de Trabajo (GT) que discuten una diversidad de problemáticas de toda la region y el caribe. Desde luego, el Congreso de sociología y ciencias sociales más concurrido de Latinoamérica y el Caribe, ofrece la oportunidad de reflexionar y comprender sociológicamente la realidad, aspecto que se vuelve cada vez más necesario debido a las recurrentes crisis sociales y la demanda de conocimientos, tanto para la caracterización estructural como para su intervención y cambio. Dicho congreso es organizado por la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) que cumple 74 años de existencia, es decir, fue fundada en 1950 en Zürich, Suiza y hace 73 años se realizó el primer congreso.
Ahora bien, el congreso contempla actividades generales tales como: Conferencia, ponencias, paneles, presentaciones de publicaciones, homenajes, espacios de diálogo y convivencia/ salas cafés (presenciales y virtuales), realización de Asamblea General, actividades culturales, feria del libro, feria artesanal, entre otras. Además, el Congreso ALAS se lleva a cabo cada dos años en diferentes países de América Latina (AL). La sede varía en cada edición para asegurar una amplia participación y colaboración entre sociólogos (profesionales de la sociología y las ciencias sociales) y académicos/as de diversos países, este año fue Santo Domingo capital de la Republica Dominicana.
El nombre del congreso ALAS2024 responde a diversas razones, pero fundamentalmente porque AL y el Caribe, como región, ha transitado por innúmeras crisis económicas, políticas, sociales y culturales, y no obstante eso, ha retomado diversos caminos de desarrollo y proyectos de futuro, algunos viables y acertados, otros no tanto, pero el hecho innegable es que independientemente de la orientación de dichos proyectos, la región se ha transformado y se sigue transformando, con lo cual da lugar a estructuras inéditas y procesos de cambio que hasta el momento de cumplirse parecen impredecibles. Además, esta región, preñada de recursos naturales, de gran biodiversidad y riqueza mineral, de riqueza animal y vegetal, de patrimonios culturales invaluables y una imaginación ilimitada que enriquece las artes y las ciencias, esta región, reiteramos, ha sido escenario de traumáticos encuentros de civilizaciones, de revoluciones de trascendencia universal, y también de recaídas en regímenes opresivos o complacientes que han sofocado a veces el aliento de las utopías por las restricciones que impone la colonialidad a las posibilidades de auténtico desarrollo de la región.
En este contexto, descrito con tan abusiva brevedad, el XXXIV Congreso de la Asociación Latinoamericana y Caribeña de Sociología, el ALAS RD-CARIBE 2024, procuraba ser un escenario para el intercambio abierto de ideas, resultados de investigaciones y reflexiones sobre los temas levantados por este congreso, entre las y los participantes del mismo, con la premisa de que dichas contribuciones estén fundamentadas en la Sociología y las demás disciplinas de las CCSS de vocación crítica que se desarrollan en la región. Sin duda, las transformaciones sociales pasadas y en curso en la región, se abordarán desde paradigmas consistentes con las mismas, entendiendo que el conocimiento o saber producido abrirá nuevas vías para comprender los procesos de cambio emergentes en la región y sus secuelas en diferentes planos (político, económico, de la salud, cultural, entre otros). De cumplirse estas condiciones, las comunidades de científicos/as sociales de la región habrán consumado su compromiso en el escenario y ocasión que brindaría el XXXIV CONGRESO ALAS RDCARIBE 2024.
De manera tal que el montaje del ALAS RD-CARIBE 2024, persiguió unificar la comunidad profesional de la sociología y las demás disciplinas de las ciencias sociales en los países del caribe insular, en la creación de un espacio de diálogo interdisciplinario con toda AL, el Caribe y el mundo sobre nuestras especificidades, ventilando también nuestras características diferenciales, con miras a conocernos mejor y relanzar nuestros países hacia la construcción de un mundo menos desigual, más justo, más humano, más digno y de buen vivir para todos y todas, utilizando los instrumentos teóricos y metodológicos que las CCSS ofrecen. Sin duda, este fue un espacio diverso de discusión, reflexión, intercambio y pensamiento crítico que busca plantear alternativas a la crisis e incertidumbre que vive AL y el Caribe con un capitalismo globalizante y voraz que hace más ricos a los ricos y mas pobres a los pobres y que la brecha de la desigualdad cada día se ensancha mas con lo que se profundiza la pobreza.
Fue interesante escuchar en la conferencia magistral inaugural el domingo 3 de noviembre en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) pronunciada por el Sociólogo Dominicano RUBEN SILIE VALDEZ con el tema LA DEMOCRACIA ASEDIADA POR LA DESIGUALDAD Y EL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE que “en el devenir de las últimas décadas nuestra región, sin duda alguna, se ha consolidado como una zona de paz, carente de conflictos armados interestatales, algo por lo que debemos sentirnos muy orgullosos. A la inexistencia de esos conflictos, y quizás precisamente por eso, entre otras razones, hemos tenido un largo período de consolidación democrática. Sin embargo, debemos estar alertas, pues sobre este continente se cierne una nociva sombra regresiva que no cesa de expandirse. En este orden, se puede “constatar una “regresión democrática’’ encarnada por gobiernos autoritarios que persiguen a los opositores desconociendo la voluntad popular expresada en las urnas. Algunos de estos se enquistan en el poder y, supuestamente en nombre del pueblo han mutilado muchos de los controles que corresponden a un Estado Social y Democrático de Derecho”. Desde luego, cualquier parecido con la realidad salvadoreña es una verdad.