Oscar Martínez
“Esta vez escribo sobre mi hermana menor, Ana Patricia ella era estudiante universitaria y fue capturada en San Miguel, entre el 11 y 15 de julio junto con otras compañeras, que aún están desaparecidas”. Se lee en el texto escrito por su hermana Victoria. “El caso de la compañera Úrsula que estaba con mi hermana fue de lo más dramático, porque estaba con dos niños que luego le fueron entregados a sus familiares, pero Úrsula nunca apareció” dice el mensaje de la compañera Victoria; agrega: “te anexo una pequeña crónica del caso de mi hermana Patricia, y le copio el mensaje a Rafael Barrera quien es el hermano de Úrsula y quizás él pueda dar más información. Ojalá se pudiera hacerles este homenaje a estas compañeras heroicas, ya que nunca se les ha hecho algo similar”.
Ana Patricia Ramírez Acosta (pseudónimo Norma) 1958-1981
Soñaba con un país justo, democrático y próspero por eso se incorporó al movimiento estudiantil de secundaria (MERS), luego en la guerrilla de las FPL. Era una joven dulce, ecuánime y muy valiente.
Adoptó el seudónimo de Norma en honor a su querida amiga Norma Sofía Valencia, quien era dirigente del MERS y murió en la masacre del 8 de mayo de 1979, junto a otras treinta y dos personas frente a la Catedral Metropolitana.
También vio morir a sus dos hermanos mayores Clara Elizabeth (Eva) y Alejandro David (Juan Sebastián), que al igual que ella se organizaron para luchar contra la dictadura militar que oprimía al país en la década del 70.
Ana Patricia era estudiante de Química y Farmacia de la Universidad de El Salvador, trabajaba en el movimiento popular, sector estudiantil y se encontraba en una casa en la ciudad de San Miguel, junto a Mirna Esther Barrera Chávez “Úrsula” y Dinora Elizabeth Martínez Tobar estudiante de derecho; cuando soldados de la 3° Brigada llegaron a la casa y las capturaron el 11 de julio de 1981.
Ana Patricia fue encontrada muerta tres días después con signos de tortura, Mirna Esther y Dinora aún continúan desaparecidas.
Una cuota de sangre más de una generación de jóvenes patriotas, en la lucha por cambiar las condiciones de opresión e injusticias del pueblo salvadoreño.
¡JAMAS LAS OLVIDAREMOS! y sin verdad y justicia, jamás habrá perdón, ni reconciliación.