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Verónica Martínez
@DiarioCoLatino.com
“Más niveles de corrupción nos llevan a un menor progreso social y un menor desarrollo”, expresó la directora del Área de Transparencia, Jessica Estrada, durante la presentación del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2020.
El IPC abarcó a 180 países alrededor del mundo. La medición se realiza a través de un ranking, siendo que el país en ocupar el primer puesto es el que presenta un menor índice de corrupción y quien ocupa el último puesto tiene un mayor índice de percepción de corrupción. También se les da un puntaje en una escala de 0 que indica niveles altos de corrupción y 100 percepción de bajos niveles de corrupción. En el caso de El Salvador, este año 2020 ocupa la posición número 104 y los puntos obtenidos fueron 36.
“En El Salvador hay una especie de estancamiento en materia de lucha contra la corrupción, ya que año con año van sucediendo una serie de situaciones que permiten que estas mediciones se mantengan”, dijo el director Ejecutivo de FUNDE, Roberto Rubio, refiriéndose a que, partiendo del año 2015, que fue cuando se tuvo la mejor posición de 72 puntos, pero que de 2016 hasta el presente año indican que el puntaje ha fluctuado en una posición cercana a los 180. Es decir, que los niveles de percepción de corrupción han aumentado.
Bajo la opinión del director de FUNDE, el hecho de no avanzar en este ámbito se debe a que el país aún se gobierna bajo parámetros que ponen en tela de juicio la transparencia del manejo de recursos por la falta de fiscalización y seguimiento sobre que se les da, lo cual no contribuye a garantizar a la población se emplean de forma adecuada.
En este sentido, es importante mencionar que parte de los actuales funcionarios del gabinete de gobierno se han visto envueltos en denuncias por compras de insumos con sobreprecios y que no concuerdan con los informes entregados, así como dobles plazas que han sido entregadas a viceministros. Los casos de corrupción que se cuentan en el gobierno del presidente Nayib Bukele, son 20 aproximadamente.
Por esta razón, el trabajo de la Fiscalía General de la República (FGR) ha sido catalogado como débil, puesto que diferentes coaliciones de organizaciones de la sociedad civil en cartas abiertas, han exigido mayor protagonismo frente a los casos de posible corrupción que se venían denunciando, así como ante el incumplimiento de las resoluciones de la Sala de lo Constitucional por parte de Bukele.
De la misma forma, el actuar de algunos diputados de la Asamblea Legislativa también aúnan a aumentar los índices de percepción de corrupción puesto que se puede mencionar el caso del diputado Arturo Simeón Magaña, acusado de provocar un accidente en el que falleció uno de sus acompañantes; y el caso del diputado Gustavo Escalante, sobre quien se conoció que vendió al gobierno $344,000 dólares en mascarillas a través de una empresa de la que es fundador y administrador. “De tal manera que el conjunto de situaciones de posibles hechos de corrupción que sucedieron en el año 2020, es muy probable que permitan que el IPC 2021 se tenga una calificación inferior a los 36 puntos que se ha tenido este año”, dijo Rubio, refiriéndose a los posibles casos de corrupción que han sido expuestos en el país.
Según FUNDES, los estudios realizados señalan que los países mejor evaluados en el índice de percepción de corrupción, también tienen mejores resultados en el índice de desarrollo humano y El Salvador tiene mucho por avanzar, ya que, de acuerdo a los niveles de corrupción, así impacta en la calidad de vida, oportunidades y desarrollo.
Finalmente, Jessica Estrada hace un llamado a las instituciones a transparentar su gestión y rendir cuentas a la ciudadanía sobre su quehacer y sobre como utilizan los fondos que provienen de la población. Además, menciona que desde la ciudadanía en general hay un rol importante que es prevenir y denunciar, porque la corrupción es la tarea de todos y todas.
