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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Hay una incoherencia del discurso y la exaltación a la maternidad versus la realidad de protección que tienen las mujeres, si sólo un 12% de ellas, pueden tener un subsidio por maternidad y más del 80% no cuentan con ningún apoyo”, dijo Silvia del Carmen Urquilla, coordinadora del Programa de Justicia Económica y Laboral de ORMUSA.
La Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), presentó su estudio de investigación : Mujer y Mercado Laboral 2022: La Protección de la Maternidad en las Políticas Públicas, a manera de contribución de información sobre la discriminación que reciben de las mujeres durante su embarazo, parto, post parto y lactancia materna.
“Más del 80% de las mujeres embarazadas no tienen ningún apoyo, ni de parte de las empresas ni el Estado, en el momento que más requieren de una protección social y de salud, porque está en formación una nueva persona porque que se va a integrar a la familia y la sociedad”, indicó Urquilla.
Sobre los resultados de la investigación la coordinadora de Justicia Económica y Laboral, señaló que se debe entender el mercado de trabajo a partir, de la perspectiva de género, la baja participación de mujeres, las segregaciones ocupacionales, desigualdades salariales, el trabajo no remunerado en su hogar y la maternidad.
“Uno de los principales hallazgos que encontramos es que las mujeres que tienen hijos o hijas a su cargo encuentran mayores barreras para poder acceder al mercado laboral. Y que existe una brecha salarial que no solamente responde a temas como género o por el sector ocupacional de las personas, si no al tema de ser madre o estar al cuidado de hijas e hijos”, indicó.
“Otra de las observaciones que tenemos es la -penalización de la maternidad- en el mercado laboral, por ejemplo, la tasa de ocupación de las mujeres entre 25 y 54 años que no tienen niñez a su cargo o que aún no son madres es el 61.9% . Y para el caso de las mujeres que sí tienen hijos e hijas menores de 6 años el porcentaje es del 51%, entonces vemos que hay una brecha”, acotó Urquilla.
Otros datos del estudio establecen que en la participación de la fuerza laboral los hombres tienen “altas tasas” de participación laboral independiente el hogar que tengan con o sin descendencia familiar, que supera en todos casos al 88.0%, mientras, las mujeres, su participación laboral va a variar dependiendo del tipo de hogar con un 41.5% a 78.1 al año 2022.
“Las parejas que no tienen hijas o hijos, presentan salarios de $355.20 (mujeres) hombres ($403.55) en promedio, mientras las que tienen hijos $358.00 (mujeres) y $438.89 (hombres), vemos que entre hombres y mujeres, a pesar que son padres de familia o no tengan hijas o hijas, aún así existen brechas salariales entre hombres y mujeres”, afirmó.
Con información oficial de la Procuraduría General de la República y el Ministerio de Trabajo, encargados de administrar la justicia laboral en el país, detallan que en el año 2022 el MINTRAB realizó 114 inspecciones en sitios de trabajo, por despido de trabajadoras embarazadas. No obstante, está prohibido en la legislación realizar este tipo de acciones por parte de empresas y entidades públicas.
Mientras, la Procuraduría General de la República (PGR) documentó que entre el año 2018 a 2022 recibió la denuncia de 289 mujeres trabajadoras que también fueron despedidas cuando estaban en el período de embarazo o maternidad.
“El año pasado, El Salvador ratificó un Convenio de la OIT (183) y pese a que varias disposiciones del Convenio están armonizadas con la legislación nacional, aún faltan que se integren otras. Como tomar el tiempo de maternidad como tiempo efectivo de trabajo, eso sería positivo para las mujeres”, dijo.
“Actualmente, opera el concepto que la maternidad es una suspensión del contrato de trabajo y que es un tiempo que no cuenta en la trayectoria laboral de las mujeres. Al final, esto implica que la mujer tiene que laborar más tiempo o tiene que recuperar ese espacio de tiempo que no trabajó por la maternidad”, explicó Urquilla.
En cuanto a la seguridad social (ISSS y AFP) Urquilla agregó que de acuerdo a los subsidios entregados por maternidad, de las 98 mil 522 mujeres que dieron a luz, solamente el 12.4% contó con ingresos de seguridad social contributiva, mientras el resto lo hizo sin ningún apoyo.
“Al dividir al total de beneficiarias del subsidio de maternidad, según la rama de actividad económica en la que se encontraban trabajando en el momento de recibirlo, se identificó que la mayoría proviene del comercio (27.3%), la manufactura (26.7%) y el sector público (18.8%), en contraste, solamente el 1.0% provino de la agricultura“, añadió.
“El subsidio que actualmente se otorga a las mujeres embarazadas, es de la seguridad social (ISSS) contributiva y en este sentido recomendamos al Estado, superar la baja cobertura de seguridad social y protección a la maternidad a mujeres trabajadoras embarazadas que empeora cuando laboran en sectores precarios de la economía como el sector informal, trabajos domésticos remunerados y el sector agrícola”, reiteró Urquilla.
Asimismo, el estudio reveló que de los 25 expedientes estudiados, las motivaciones de despidos de mujeres trabajadoras iban los relacionados con los permisos laborales para atender sus controles médicos por embarazo, las vinculadas con el estado de embarazo como mitos y prejuicios, el acoso sexual, las relacionadas al período postparto y los despidos por supuestas reestructuraciones internas.
“Aunque se vislumbran avances en cuanto al acceso a justicia de las mujeres que reclaman derechos relacionados con la maternidad, se observó que en reiteradas oportunidades no existió una solicitud del reinstalo de las trabajadoras”, añadió Urquilla.
Entre las recomendaciones de ORMUSA están establecer subsidios de maternidad que cubran a las mujeres trabajadoras que están fuera del sector formal, ya sea mediante la ampliación de servicios del pilar contributivo o con la creación de nuevas herramientas no contributivas. Además, asegurar progresivamente que los servicios de cuidado de la niñez cubran las necesidades de las mujeres trabajadoras en su diversidad: agrícolas, sector informal, trabajadoras del hogar y remuneradas.
“Hubo una reforma también este año sobre incorporar a la mujer embarazada, pero no se hizo una reforma hacia la parte procesal que es en donde se dan las medidas cautelares y también en donde se dictan las sentencias. Falta hacer reformas integrales porque aún no garantiza el derecho de las mujeres trabajadoras de manera integral”, sugirió.
“Es urgente informar a las mujeres sobre los derecho que las asisten durante el embarazo y puerperio. Las instancias que pueden brindarles atención, los tipos de servicios que pueden solicitar, así como los requisitos y etapas de los procesos judiciales y administrativos que deberán enfrentar”, puntualizó Urquilla.
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