Yaneth Estrada
@caricheop
Con alerta de tormentas y al doble de su caudal, Óscar Ramírez, de 25 años, su esposa Venessa, de 22, su bebé Valeria, de 12 meses intentaron cruzar en Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas, México.
Desesperados, tras dos meses de espera en un albergue, en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos, la familia de origen salvadoreño fue envestida por la “feroz” corriente este domingo, que se llevó de golpe a la niña y al padre, mientras la madre fue rescatada de la muerte.
Este lunes, los cuerpos de Óscar y su hija Valeria aparecieron ahogados, todavía abrazados, a las orillas del Río Bravo.
Posteriormente, sus restos fueron recuperados por las autoridades
mexicanas, entre los gritos y llanto de una madre desolada, quien ahora pide ayuda para extraditar a su familia.
En El Salvador, un país con veintiún mil kilómetros cuadrados, afectado por la exclusión social, falta de empleo, violencia y corrupción, la noticia llenó de luto a un pueblo que aún busca justicia por sus más de 75 mil víctimas de una pasada guerra civil 1980-1992, y otro tanto igual, de la postguerra.
Rosa Ramírez, madre de Óscar, explicó que la joven familia partió hace más de dos meses, sin coyote, en busca de mejores oportunidades debido a la falta de empleo y aumento de la violencia.
“Se me parte el alma al ver a mi familia de esta manera, hemos pedido ayuda, pero el costo para traer los cuerpos de mi primo y su pequeña hija, a quien consideraba mi sobrina, son demasiado elevados, entre 7 mil y 8 mil dólares”, comentó Enrique Gómez, primo del fallecido.
Según datos del ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, la cifra de retornados de México hasta junio de 2019 es de 8 mil 632, con un incremento con respecto al año anterior (2018), del 83.3 %. En este período también se registran 2 mil 814 niñas, niños y
adolescentes retornados, con incremento del 184 % en comparación a 2018.
Respuesta de las autoridades
Luego del llamado de ayuda, el Presidente de República Nayib Bukele, escribió en redes sociales: “algún día terminaremos de construir un país donde no pasen estas cosas. Algún día terminaremos de construir un país, donde migrar sea una opción y no obligación, mientras tanto haremos lo más que podamos”.
Asimismo, este martes, la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra
Hill Tinoco, convocó de emergencia a una conferencia de prensa, donde
instó a los más de 6 mil salvadoreños a no aventurarse a migrar hacia Estados Unidos, menos en compañía de niños o menores de edad y a tener paciencia con el nuevo Ejecutivo. “Por favor no nos expongamos a esto, imploro a que no expongan a sus hijos, que no se expongan
ustedes”, luego agregó que “Nayib Bukele se encuentra consternado por la noticia”.
“El Gobierno está en estrecha comunicación con la familia de los connacionales fallecidos, el Consulado ya está con ellos en este proceso de repatriación de los cuerpos, que podría durar cinco días”, dijo Hill Tinoco.
El Gobierno de México está colaborando en todo lo posible. “Todos estamos en este barco y estamos tratando de encontrar medidas inmediatas y viables, para que nuestras familias no tengan que migrar”, advirtió.
A quienes se dedican al tráfico de personas conocidos como “coyotes” o “polleros”, no les importa la vida: abandonan, engañan y extorsionan, por lo tanto, serán perseguidos y se les aplicará todo el peso de la Ley, declaró.
Mientras que en el tema de incremento a redadas, aumento de militares en las fronteras y reducción de solicitudes de asilo anunciadas por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Hill Tinoco, insistió que por primera vez, en diez años, se tiene un Gobierno amigo y le han pedido tiempo para demostrar que El Salvador bajará los índices de migración, “pero un fenómeno de los últimos veinte años no puede parar en dos semanas”.
Otro caso en investigación
La representante diplomática informó, que actualmente está en proceso de investigación la muerte de María Senaida Escobar, de 19 años, en un “presunto” ataque de la Guardia Nacional, en Veracruz, México, cuando viajaba, el 14 de junio, en compañía de un coyote para reunirse con su familia.
“Las autoridades salvadoreñas como mexicanas estamos por investigar. Aún no tenemos claro lo que sucedió, pero estamos poniendo todo nuestro ímpetu para aclarar el caso lo más pronto posible”, expresó.
La prensa internacional reveló que la joven salvadoreña, originaria de Sensuntepeque, murió a causa de un disparo en la cabeza perpetrado por los efectivos policiales, los cuales interceptaron la camioneta en que ella y otros migrantes iban rumbo a Estados Unidos.
Sin embargo, debido a la notoriedad del caso, el mismo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó haber dado la orden para que las fuerzas de seguridad detengan en la frontera norte, cerca de Ciudad de Juárez, a migrantes centroamericanos de paso hacia Estados Unidos.
Con este difícil panorama en puerta, el ex Procurador para los Derechos Humanos en El Salvador, David Morales, se pronunció en redes sociales e instó a que “la asistencia humanitaria básica esta bien, pero también, lo que es el accionar frente al nuevo acto de militarización de Estados Unidos y México, que criminaliza a nuestros migrantes.
No bastan llamados a no migrar dirigidos a población vulnerada en el propio país”.