Gabriela Sandoval
@Gabriela_Sxndo
El analista político Marvin Aguilar señaló, en una entrevista en TVX, que la reciente firma del acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica, por parte de las autoridades gubernamentales, es que el Gobierno busca desviar la atención de la propuesta del vicepresidente Félix Ulloa de «reorientar una parte de los ingresos de las remesas».
«Ponerles un impuesto a las remesas es injusto. ¿Con qué podemos callar eso? Con una planta nuclear, lo cual es difícil que construyamos. El salvadoreño está tan necesitado de buenas noticias que cree en las buenas noticias, aunque no sean ciertas, eso los políticos lo explotan «, dijo.
Ulloa, en un reciente evento, habría sugerido la implementación de un impuesto a las remesas, una idea que Aguilar consideró injusta, ya que las remesas suelen destinarse a necesidades básicas para aquellos que no encuentran empleo o cuyos ingresos laborales son insuficientes. «Ponerle un impuesto a la remesa, como dijo el vicepresidente Félix Ulloa, es injusto, porque la gente que lo recibe con eso compra las cosas que no puede porque no encuentra trabajo o que si trabaja no le alcanza», agregó Aguilar.
Asimismo, Aguilar señaló la tendencia del Gobierno a presentar anuncios que pueden no ser del todo ciertos como una forma de opacar otras problemáticas, es una estrategia. Según el analista, esta se basa en la necesidad de generar buenas noticias para mantener la percepción de que el país avanza en la dirección correcta, incluso si estas noticias son fabricadas. «El error del gobierno es que anuncia cosas como si fueran ciertas, a día de hoy se puede sacar un listado de cosas que se han anunciado y no se han hecho», dijo.
En cuanto a la posible construcción de una planta nuclear, Aguilar advirtió sobre los desafíos financieros y logísticos que implica. Estima que el proyecto podría costar entre $5,000 millones y $10,000 millones y llevaría aproximadamente 10 años completarse. Además, destacó la falta de personal capacitado para operar una instalación de este tipo.
«El país tiene un problema que es histórico, más allá de las pandillas y de la inseguridad jurídica, eso es la mano de obra calificada, hay medio millón que viven en extrema pobreza, son 2 millones en pobreza, ahora bien, el país no tiene dinero para ayudarles y sí para construir», afirmó el analista.
Finalmente, mencionó que el éxito del presidente Nayib Bukele se debe a haber levantado la dignidad de muchos salvadoreños al hacerles creer que el país ya es reconocido por todas las «mega obras” que realiza.
«El éxito de Bukele es que le ha logrado levantar la dignidad a muchos salvadoreños, al parecer el salvadoreño tiene una especie de complejo de inferioridad, ese complejo es el que hace que hoy sienta que ya se sienta reconocido», concluyó.