Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El padre Jhonny Flores presidió la misa de este domingo en la Cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, y en la homilía instó a la iglesia a ser misericordiosos con los demás y perdonarlos cuando hayan hecho algo que no sea del agrado, porque así el Señor manda a perdonar.
Flores narró el encuentro entre el rey Saúl con David, donde David había matado a Goliath y regresó a su pueblo y este lo alabó, “empiezan a cantar cantos de elogio para David. Saúl escucha y entra en él la envidia. -¿Por qué están alabando a David? Si David no es el rey- (se cuestionó Saúl). Y al entrar en el corazón del rey Saúl, la envidia, empieza a perseguir a David”, recordó el sacerdote.
El rey va con tres mil soldados en busca de David. Llegan a un terreno, allí acampan, y Dios permite que Saúl, con sus tres mil soldados caigan en un sueño profundo. David y Abisag (cuidadora de David) llegan, entran al campamento del rey Saúl. El rey Saúl tiene cerca una espada y una lanza, Abisag le quita la lanza y se va, luego David le dice, -oye el señor te puso en mis manos y yo te he perdonado la vida-“.
El padre Flores enfatizó que el perdón se puede dar, incluso, de aquellos que te persiguen. “El perdón incluso de aquellos que te quieran matar. (…) el señor nos invita a perdonar, pero a perdonar de corazón, porque yo puedo decir que perdono, pero vivo con resentimiento; -Te perdono, pero te deseo que te vaya a mal-, -te perdono, pero me alegro si en la vida te pasa algo malo-, entonces, el perdón implica el sanar la herida y el seguir adelante”.
Jhonny Flores planteó que Cristo en el Evangelio invita a perdonar y a ser misericordiosos. “Dice -¿qué hacemos de extraordinario si amamos solo al que nos ama?-, nos invita a que amemos al que te difama, al que te persigue, al que te calumnia e incluso el que te desea la muerte. Padre, ¿pero eso cuesta? sí, humanamente cuesta. (…) no es algo fácil. Solo a través de Cristo Jesús podemos alcanzar el verdadero perdón, solo a través de Cristo Jesús podemos nosotros amar a nuestros enemigos”.
El sacerdote católico planteó que podría surgir otra pregunta, con base a lo anteriormente expuesto.
“¿Y entonces ser cristiano implica que todos los demás me pueden pisotear, ¿implica que todos los demás pueden hacer lo que quieran conmigo? La respuesta es clara, no. Muchos, no sé si te ha pasado, insultan y todo, pero tú no puedes decir nada porque tú eres cristiano católico que va a misa los domingos. Y como Cristo dice en el Evangelio, -al que te pegue en una mejilla préstale la otra para que te pegue también a la otra-. No hay que tomarlo literal”.
Flores recordó cuando llevaron a Cristo ante el Sanedrín, donde lo interrogaron. “Dice que hubo uno del pueblo que le pegó la mejilla, pero Cristo no le dice, mira aquí está la otra, pégame. Cristo le dice, -si he hablado mal, dime en qué he hablado mal- Y si no, ¿por qué me pegas?, es decir, entonces el Señor, como cristianos, a lo que nos invita es no tener rencor, no devolver mal por mal. Debes de reclamar los derechos con sabiduría y con respeto”.
“Pero imagínate, si alguien te grita y tú le gritas más, si alguien te dice una mala palabra y tú le dices diez, ¿qué ganas? No ganas nada”. En conclusión, “en el Evangelio de la obra, Dios manda a que seamos misericordiosos” y el perdón se logrará hablando de rodillas con Dios, finalizó Flores.