Las personas responsables son confiables, cumplen con los trabajos que se les encargan y los terminan a tiempo.
Incluso desde muy pequeños, los niños pueden aprender a ser responsables. El libro Parenting Without Borders (Padres sin fronteras) dice: “A partir de los quince meses de edad, un niño ya puede colaborar en algunos quehaceres y, a partir de los dieciocho meses, desarrolla el deseo de hacerlo. En muchas culturas, los padres empiezan a fomentar ese deseo especialmente cuando sus hijos tienen entre cinco y siete años. Incluso niños de estas edades pueden realizar bien muchas tareas domésticas”.
¿Por qué es importante?
Se llama generación búmeran a los adultos jóvenes que se independizan pero regresan a casa de sus padres cuando las cosas se ponen difíciles. En algunos casos, el problema es que nadie les enseñó a administrar bien el dinero, a realizar las tareas domésticas o a cumplir con sus obligaciones diarias.
Por eso, es mejor que prepare a su hijo para las responsabilidades que tendrá cuando sea adulto. El libro How to Raise an Adult (Cómo preparar a su hijo para la edad adulta) dice: “Seguro que no quiere que su hijo dependa de usted para todo hasta que cumpla los 18 y entonces se tenga que enfrentar al mundo real”.
¿Cómo enseñarles a ser responsables?
Encárgueles algunos quehaceres
PRINCIPIO BÍBLICO: “Todo esfuerzo tiene su recompensa” (Proverbios 14:23, Nueva versión internacional)
Los niños pequeños están deseando hacer cosas con sus padres. Aproveche ese deseo natural de sus hijos y deles algo que ellos puedan hacer en casa.
Algunos padres piensan que sus hijos ya tienen muchísimas tareas escolares todos los días y no desean añadirles más cargas.
Sin embargo es más probable que los niños que ayudan en casa sean mejores estudiantes, porque aprenden a aceptar responsabilidades y a cumplir con ellas. Además, el libro Parenting With-out Borders afirma: “Si logramos el deseo que tienen nuestros hijos de colaborar cuando son pequeños, creerán que no es importante ayudar a otros (…). También se acostumbrarán a que se lo den todo hecho”.
Como indica este comentario, participar en las tareas del hogar enseña a los niños a dar en vez de recibir y a no pensar solo en sí mismos. También los ayuda a darse cuenta de que ocupan un lugar importante en la familia y que tienen responsabilidad que cumplir.
Ayude a sus hijos a aceptar las consecuencias de sus errores
PRINCIPIO BÍBLICO: “Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro” (Proverbios 19:20).
Cuando su hijo cometa un error, resista la tentación de ocultarlo. Los niños pueden aceptar las consecuencias de sus acciones. Por ejemplo, si rompen algo que no es suyo, podrían pedir perdón y quizás reparar el daño.
Si sus hijos reconocen sus errores y fracasos, aprenderán lo siguiente:
*A ser honrados.
*A no echarle la culpa a los demás.
*A no poner excusas.
*A pedir perdón cuando sea necesario.
APRENDER DE LOS ERRORES
La profesora Jessica Lahey escribió en la revista Atlantic: “Los niños cometen errores y, cuando eso sucede, es importante que los padres recuerden que afrontar las consecuencias de sus errores puede enseñarles lecciones muy valiosas (…). Año tras año, mis ‘mejores’ estudiantes -los más felices y los que han tenido éxito en la vida- han sido aquellos que, cuando se equivocaron, afrontaron las consecuencias de sus tropiezos, y eso les hizo ser mejores personas”.